martes, 27 de noviembre de 2018

El MUAC, 10 años





Merry MacMasters. El Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) cumplió una década de vida el 26 de noviembre y anunció para 2019 una serie de proyectos ambiciosos, entre ellos, una exposición del artista y activista chino Ai Weiwei. Los festejos por el décimo aniversario durarán hasta noviembre del año entrante.

En rueda de prensa, Graciela de la Torre, directora de Artes Visuales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), también informó de la compra de nuevas piezas “maestras” para la colección del museo, entre ellas, una urna hecha en cerámica de alta temperatura de Francisco Toledo (1940), relativo a la desaparición de los 43 normalistas en Ayotzinapa. Con esta adquisición se llena un hueco porque la colección del Muac carecía de obra del pintor juchiteco. También se compraron pinturas de Gunther Gerzso (1915-2000) y Gabriel Ramírez (1938), y una fotografía de Antonio Caballero (1940). 



Sin título 2 (2015), cerámica alta temperatura, de Francisco Toledo



Respecto a la exhibición de Weiwei, que será en abril entrante, De la Torre dijo que el controvertido artista “llegó y se enamoró de la UNAM como proyecto público”. Exhibirá en la Sala 9 --la más grande del recinto-- obra hecha específicamente para México. Por un lado, “traerá un templo de la Dinastía Ming, que se refiere a un pasado en China que desaparece con la Revolución Popular, mientras que la otra pieza estará hecha con “legos” y hablará de “problemáticas actuales del país”.

La historiadora del arte también anunció exposiciones de Jan Hendrix -una revisión de su trabajo como escultor, editor y grabador, que coincidirá con otra en su natal Holanda- , una muestra sobre performance y arte acción, y otra del colectivo español de dos mujeres, Cabello Carseller.



Boceto (1965), óleo sobre masonite, de Gunther Gerzso




De la Torre, que tuvo a su cargo la fundación del MUAC, dijo que éste empezó “un poco complicado” debido a la exposición controvertida de Miguel Ventura. Además, había “muchas dudas acerca de la pertinencia de crear un museo de arte contemporáneo”. A cabo de 10 años “tenemos un nicho, hemos encontrado un camino y hemos contribuido a la historia del arte, a la formación de públicos, la generación de conocimiento, también a la formación de comunidades, tanto la universitaria, como la extendida y la internacional, porque el MUAC juega un papel dentro de la comunidad mundial. Formamos parte del circuito de los grandes museos por nuestros proyectos y su impacto dentro de la sociedad”.

Continuó: “Aquí está la primera colección pública de arte contemporáneo. Nunca hubo un verdadero esfuerzo o interés, por parte del Estado de crear una colección de arte contemporáneo, en la medida que éste es contestatario, no es visual, legible como puede ser el arte moderno. La UNAM tomó el reto de hacer esta colección que da cuenta del arte actual desde la segunda década del siglo pasado hasta el momento presente”.



Energía concentrada (1969), óleo sobre tela, de Gabriel Ramírez


La funcionaria recordó que el MUAC no sólo es un lugar de exposiciones, a diferencia de otros museos, sino un lugar que genera conocimientos: “Tenemos la maestría en estudios curatoriales, así como múltiples seminarios de carácter curricular y no, con muchos alumnos. Además, tenemos programas de impacto social, por ejemplo, el MUAC en tu casa, con el que por primera vez hemos demostrado algo que todo el mundo pensaba era hipotético: que el conocimiento, la actividad y la apreciación artística cambiaban la vida de los individuos.

Al cambiar la vida de los jóvenes incidimos sobre su familia y su comunidad con herramientas de carácter científico por medio de la Facultad de Psicología y la Escuela Nacional de Trabajo Social. Ya hay cinco generaciones de MUAC en tu casa. Ha incidido en los problemas de drogadicción y violencia. O sea, el papel del museo no sólo es de marquesina, sino también de contribuir al cambio de la sociedad”.



Las hermanas Jiménez (1965), plata sobre gelatina, de Antonio Caballero. Fotos cortesía del MUAC


Sobre los cambios por venir con el nuevo gobierno federal, la funcionaria manifestó su deseo de que “se den unos cambios positivos en el sistema de museos”. También hizo referencia a un documento sobre políticas culturales aplicadas en museos, redactado por el Muac y personas especializadas, que fue entregado a Sergio Mayer, presidente de la Comisión de Cultura en la Cámara de Diputados, a quien consideró, al igual que su equipo, como muy abierto el diálogo y dispuesto a escuchar.

El 16 de noviembre el Muac puso en marcha, entre otras acciones, dos proyectos relacionados con la cultura y el deporte que pretenden impactar y formar parte directa del futuro de 10 estudiantes universitarios y 10 niños. El espacio universitario otorgará incentivos, de mil pesos cada uno, a 10 alumnos distinguidos de la UNAM y membresías a 10 niños nacidos en noviembre de 2008.

A partir del 22 del mismo mes, y durante un año, los jueves y sábado de 18:00 a 20:00 horas, la entrada al museo será gratis.


jueves, 8 de noviembre de 2018

Eduardo Vázquez Martín, comparecencia





El secretario de Cultura local, Eduardo Vázquez Martín, compareció el 31 de octubre ante la Comisión de Cultura del Congreso de la CDMX, como parte de la glosa del sexto informe de Gobierno. El funcionario advirtió que el suyo no era un informe de gestión estadística, sino de reflexión, “pensar en lo que hicimos, lo que salió bien, lo que no o no tan bien”.

A cargo de la secretaría desde 2014, Vázquez Martín abarcó una amplia gama de temas, como la redacción de la Constitución de la CDMX, aunque hizo hincapié en varios. Por ejemplo, la instalación del Consejo de Salvaguarda del Patrimonio Urbanístico Arquitectónico de la CDMX, después de 18 años de que haya salido la ley. Atribuyó el retraso a que “todas las instituciones han visto que hay un problema en su aplicación, ya que invade zonas que pertenecen a leyes de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda”. Para el nuevo gobierno “meterse a la ley de salvaguarda es de cierta urgencia”.

Sobre la red de Fábricas de Artes y Oficios (Faros), la de Aragón –abierta este año-- fue la primera con una vocación, dedicada a la cultura audiovisual, en especial los oficios relacionados con el video y el cine. Sin embargo, no fue posible terminar las Faros que ocuparán el viejo Cine Cosmos (su vocación será el desarrollo de las artes circenses), aunque está el 60 por ciento de la obra, y la llamada Perulera, en la colonia Pensil.

Debido a los sismos de 2017, “se interrumpieron las licitaciones y ya no salimos”, justificó Vázquez Martín. En vista de que se trata de un inmueble de 1735, hubo que restaurarlo, obra que se piensa terminar en noviembre.

Los integrantes de la Comisión de Cultura interrogaron al funcionario sobre el informe que leyeron de antemano en una versión más larga. La diputada Leticia Estrada pidió los montos totales de recursos destinados a diferentes rubros durante el presente año. El diputado Virgilio Caballero tocó el tema de las declaratorias y el destino de la Casa Refugio Citlaltépetl.

El secretario de Cultura respondió: “La ciudad ha asumido, por fin, que tiene la responsabilidad en materia de patrimonio”. Mientras que “la transformación más profunda que ha experimentado la Casa Refugio Citlaltépetl en los últimos años ha sido salir de su vocación fundacional, superar y enriquecerla, al asumir la agenda de la crisis humanitaria del país”.

Gabriela Osorio, presidenta de la Comisión de Cultura, tocó el punto del tipo de desarrollo urbano realizado en la ciudad por el gobierno actual: “Es a todas luces claro el hecho que los planes de desarrollo urbano se han subordinado a los intereses de las grandes desarrolladoras inmobiliarias teniendo como consecuencia el menoscabo de nuestro patrimonio arquitectónico y cultural”. Señaló “una déficit en el apoyo a las producciones artísticas de la comunidad cultural”, al dar prioridad a la difusión y el fomento.

La diputada agregó que el informe “no señala en dónde se destinaron los recursos, una tarea que queda pendiente para el siguiente secretario de Cultura. Solicitaremos dichos datos en los próximos días”. Destacó que el presupuesto de la secretaría “nunca ha podido sobrepasar el umbral del .35 por ciento del presupuesto del gobierno local”. Vázquez Martín había explicado que al dispersar el gasto de cultura a principios del milenio en las entonces delegaciones, resultó difícil saber si en efecto se utilizó para ese fin. De allí que sugirió “una vertiente de gasto que diga cultura, que no está abajo del 1 por ciento del presupuesto”.



jueves, 1 de noviembre de 2018

Cora Flores, Medalla Bellas Artes





Un fuerte aplauso recibió a la bailarina, coreógrafa, docente y ahora investigadora Cora Flores (San Luis Potosí, 1936) la noche del miércoles 24 de octubre al recibir la Medalla Bellas Artes de manos de Lidia Camacho, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), por su trayectoria. Flores se dijo feliz al haberse dedicado tantos años a la danza a la que llegó siendo una niña de 14.



Cora Flores



Para Camacho la homenajeada es “un referente indispensable para las nuevas generaciones de profesionales en esta disciplina y en muchas otras”. La funcionaria recordó que Flores ha formado parte del INBA desde muy diversas trincheras, todas altamente reconocidas y apreciables: “Para mi es fundamental que sigas en la investigación” que a final de cuentas es “dar a luz aspectos que quizá no eran reconocidos o que con el paso de los años se fueron borrando”. Actualmente Flores es investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi-Danza) del INBA.



Marco Antonio Silva, Angélica Kleen, Lidia Camacho, Cora Flores, Elizabeth Cámara y Gabriela Dörries



La tuya --continuó Camacho- ha sido una pasión infatigable por la danza, carrera desafiante, aunque de frutos exquisitos que permanecerán indelebles en la memoria colectiva de todos”.

Pidió hablar el nieto de Flores, Emilio, quien aseguró que “para mi es la mejor bailarina y abuelita que he conocido. Me ha enseñado mucho de cultura. Siempre me lleva a los teatros a ver la danza, escuchar los conciertos. Eso me lo preguntan en la escuela en los exámenes y ya sé gracias a mi abuelita”.



Cora Flores en sus diferentes facetas de bailarina



El acto se efectuó en la Sala Ponce del Palacio de Bellas Artes ante la presencia de entusiastas miembros de la comunidad dancística. Elizabeth Cámara, exdirectora del Cenidi-Danza, dijo que éste contactó a Flores con motivo de su 30 aniversario para invitarla a montar la coreografía Zapata, de Guillermo Arriaga, que ella bailó por primera vez en 1968. Fue entonces que Cámara se dio cuenta que “Cora conoce prácticamente a toda la gente de la danza en México. En ese sentido para el Cenidi-Danza es fundamental contar con su presencia porque Flores es un documento viviente que tenemos que conocer. Por medio de sus múltiples anécdotas y las posibles entrevistas que le hagamos será posible en gran medida hacer una reconstrucción de la danza en México”.

En la mesa moderada por Marco Antonio Silva, director artístico del Centro de Producción de la Danza, Angélica Kleen, asesora artística del Monterrey Internacional Ballet Gala, señaló que no se puede desligar el nombre de Cora Flores de la Universidad Nacional Autónoma de México, ya que es prácticamente la memoria viva de sus grupos artísticos: Taller Coreográfico de la UNAM y Danza Libre Universitaria. “Siempre le he visto como una guerrera frontal, decidida, inquieta, entregada y talentosa”, añadió.

También intervino la costaricense Gabriela Dörries, directora de Danza Abend, e hija de la coreógrafa Cristina Girirey, autora de La casa de Bernarda Alba, otra obra emblemática en el repertorio de Flores.

Entrevistada, la galardonada dijo que en el Cenidi-Danza se dedica a revisar fotografías y archivos, y aportar nombres de bailarines cuyas caras ya no resultan tan familiares.

jueves, 25 de octubre de 2018

Luis López Loza en la Galería Oscar Román






La sensualidad y lo orgánico son elementos subyacentes en la obra del pintor Luis López Loza (CDMX, 1939), Premio Nacional de Ciencias y Artes 2010 en la categoría de Bellas Artes, que se mueve entre lo abstracto y lo figurativo.


Luis López Loza


Con motivo de Las constelaciones de la forma, exposición que montó en la Galería Óscar Román, el también grabador y escultor habla del origen de su obra: “De muy joven leí mucho a Henry Miller, autor de los libros Sexus y Plexus. Después, leí al Marqués de Sade, Jean Genet, y cosas que tenían mucho que ver con la parte sexológica.





En esa época México era un centro de homosexualidad impresionante, entonces, de tanto oír a las personas cómo se expresaban, eso iba transformando la imagen pictórica. Muchos pintores se organizaron en lo orgánico como Chucho Reyes. Juan Soriano tuvo una época totalmente orgánica. En escritura, Juan Vicente Melo. A partir de allí un cierto interés por la parte orgánica que se desarrolla con los años, las relaciones y los contactos. Van haciendo esta forma rara que siempre termina como en un blanco o algo del más allá o la satisfacción de existir solo como color. Quiero un cuadro que exista meramente por la pura satisfacción del rojo o azul o amarillo con blanco”. Respecto a la sensualidad, para López Loza “basta con ver una flor. No hay nada más sensual que eso”.






Gran parte de las 63 pinturas, esculturas y grabados incluidos en la exposición estaban en el estudio del artista en Valle de Bravo donde vive desde hace 30 años. El nombre de la muestra viene de una serie de mármoles que el entrevistado ha trabajado con “unos canteros excelentes que viven en un poblado de Puebla”. 



Deseo existencia, escultura en mármol y bronce




No cabe duda “si uno aprende a ver las estrellas, aprende muchas cosas del zodiaco y, sobre todo, a no perderse en la tierra, sino estar siempre bien centrado y saber muy bien donde está”. Así nació el interés de trabajar una serie en torno a las constelaciones: “Imagínese, de constelaciones nada más han descubierto alrededor de 800, es infinito. Voltear a ver el infinito es enriquecerse de todo”.






La exposición también comprende escultura tallada en madera, material que al entrevistado le fascina: “Donde vivo se puede conseguir muy buen fresno, piezas completas, sin embargo todas están atacadas por la polilla, que en Valle de Bravo es una amenaza. Tenemos unos 200 tipos de fresnos diferentes y todas están atacadas por la polilla. Uno trabaja una escultura, da un golpe, encuentra un hoyo y le sale una avispa, que es la polilla. Son enormes y atacan. Cambié del fresno a la parota, que es una madera roja, aunque tóxica. Si usted respira demasiado la parota lleva el peligro de obstruirse los sentidos nasales, también los ojos y la garganta. La trabajo con máscara y tomo muchas precauciones. Aun así preferí dejarla, de todos modos logramos seis u ocho esculturas”.






Si la exposición no comprende dibujo es porque ya no cupo en la galería. López Loza es un promotor del dibujo porque para él representa la base de toda la forma de pensar que pueda tener alguien. Incluso, es de la opinión que todo el mundo debe saber dibujar. Siente que en la actualidad los estudiantes de arte no se preocupan tanto por dibujar porque tienen la facilidad de la cámara fotográfica. Sin embargo, hace tiempo López Loza dio clases de dibujo en el Centro Nacional de las Artes y tuvo alumnos que dibujaban y eran “estupendos”.


Caisopia (la reina), escultura en mármol


La totalidad de la exposición Las constelaciones de la forma permanecerá hasta el 27 de octubre en la Galería Oscar Román, Julio Verne 14, colonia Polanco. Después, una selección de la obra se mostrará en el segundo nivel de la galería.

miércoles, 17 de octubre de 2018

Estampa histórica y actual en el Munae


Merry MacMasters. Lo histórico y lo de hoy. Éstos son los aspectos de las dos más recientes exposiciones montadas en el Museo Nacional de la Estampa (Munae).



Autor no identificado.



Impresiones de México: La estampa y las publicaciones ilustradas en el siglo XX (1900-1968) es la segunda muestra de un proyecto dedicado a la diversidad del patrimonio biblio-hemerográfico ilustrado mexicano, expresa su curador Mercurio López Casillas. El año pasado se expuso la primera parte que consistió en los impresos del siglo XIX. Si la exhibición “se queda” en el 68 es porque en ese año vino un cambio drástico en el diseño gráfico con la gráfica de las Olimpiadas y por el movimiento estudiantil.



José Guadalupe Posada



Para López Casillas el recorrido en el siglo XX es un acontecimiento inédito porque en los más de mil impresos se reúnen pintores, grabadores e ilustradores para dar una calidad excepcional a los libros, revistas, periódicos, carteles y hojas volantes que circularon. Es un momento en que se conjuntan a artistas del siglo XIX, como José María Velasco, Julio Ruelas y José Guadalupe Posada, aun activos, con colegas nuevos.


Jean Charlot



También destacan las intervenciones de artistas como José Clemente Orozco, Diego Rivera, Rufino Tamayo, Remedios Varo, David Alfaro Siqueiros, Alfredo Zalce, Angelina Beloff, María Izquierdo, Leonora Carrington, Carlos Mérida, José Luis Cuevas, José Chávez Morado, Leopoldo Méndez, Adolfo Mexiac y Eduardo del Río Rius.




Gabriel Fernández Ledezma




Impresiones de México se divide en ocho núcleos temáticos que abarcan desde la herencia prehispánica y novohispana hasta la Revolución, bailes y danzas, literatura, la estética socialista, el retrato y la caricatura, sin olvidar los libros infantiles. “Tratamos de no ser un discurso muy demagógico porque en el arte mexicano, sobre todo después de la Revolución con la Escuela Mexicana de Pintura y el Taller de Gráfica Popular, fueron olvidados como parte de un discurso nacionalista que el Estado se aprovechó un poco de esto. Queremos presentar una gran variedad de propuestas, no obstante que el Estado marque las líneas en las artes gráficas en el siglo XX”.




Saturnino Herrán



En el espacio designado Foro Gráfico, que ha servido de plataforma para la difusión e investigación de las prácticas contemporáneas vinculadas a la gráfica, en está ocasión está dedicado al novel proyecto editorial La Duplicadora que emplea la risografía, una tecnología creada para imprimir volumen alto. La editorial, cuyos artífices son Emmanuel García y Vanessa López, trabaja con base en dos líneas: la reproducción de impresos antiguos o catálogos y muestrarios, encontrados en librerías de viejo y libres de derechos de autor, y, por otro lado, libros de artista y ediciones nuevas.



Yani Pecanins



En este segundo renglón, exhiben el libro de artista de Yani Pecanins, El viaje en Zeppelin, que forma parte del acervo del Munae, así como la nueva edición que hicieron junto con la artista. También se presenta su más reciente libro, Esquivel 18, un homenaje al pianista y compositor Juan García Esquivel (1918-2002), con motivo del centenario de su natalicio.




Cha!




Tanto La Duplicadora: Risografía, arte gráfico y edición como Impresiones de México, permanecerán hasta el 11 de noviembre, en el Museo Nacional de la Estampa, avenida Hidalgo 39, plaza de la Santa Veracruz, Centro.




Emmanuel García




domingo, 7 de octubre de 2018

El arte de mostrar el arte mexicano





Al momento de su muerte intempestiva el 6 de mayo de 2008, el crítico de arte e historiador de origen francés radicado en México Olivier Debroise (Jerusalén, 1952), tenía tres libros “en capilla”. Uno, la novela Traidor, ¿y tú?, fue editado por el Museo Tamayo de Arte Contemporáneo en 2010.

Para conmemorar los 10 años del fallecimiento de Debroise, la editorial independiente Cubo Blanco, que dirige el periodista Edgar Alejandro Hernández, dentro de su colección Debate Contemporáneo ha publicado El arte de mostrar el arte mexicano. Ensayos sobre los usos y desusos del exotismo en tiempo de globalización (1992-2007), una compilación de textos críticos. El tercer libro, una rescritura de Figuras en el trópico, plástica mexicana 1920-1940 (1989), aun no encuentra editor.



Olivier Debroise, foto cortesía de Alejandro Navarrete




Para Cuauhtémoc Medina, autor del prólogo Debroise: la historia como iluminación, la crítica como ética, el libro sostiene que, por un lado, hay una condición del arte mexicano de no ser meramente local. En El arte de mostrar el arte mexicano hay “una reflexión sobre la página crítica en un tejido que necesariamente está atravesado tanto de estas representaciones, estas expectativas de relación intercultural, que son eminentemente turístico-comerciales, racistas y, al mismo tiempo, primitivistas”.

Los tejemanejes del arte mexicano son complejos. El libro resulta “un corrector de la simpleza con que en los últimos años parte del periodismo y la crítica se ha fijado únicamente en un vector”. Es decir, “ver nada más el programa del mercado cuando no entienden la red compleja que desde el momento pos revolucionario constituye, incluso, los instantes que luego la nostalgia nacional tiene acerca de qué fue el arte mexicano”.

Entrevistado, Medina anota que Debroise “espejea todo el tiempo los 2000 contra los años 20 y 40 del siglo pasado, para mostrar las continuidades y descontinuidades. También para sostener el argumento muy útil de que la novedad no era enteramente nueva, aunque asimismo para establecer con más precisión qué es lo que en efecto asomaba como diferente en esas relaciones internacionales”.

El investigador y curador jefe del Museo Universitario Arte Contemporáneo (Muac) -Debroise fue curador fundacional del recinto- , expresa que su antecesor quiso hacer clara “cuál era su contribución crítica en el momento porque premeditadamente había tomado ésta línea de reflexión sobre las colecciones internacionales del arte mexicano como su caballito de batalla.

Por otro lado, trataba de darnos a los operadores -curadores y artistas- una noción de dónde estábamos parados que escapara a la dinámica del chisme y el prejuicio más inmediato. Dejarnos en claro que éramos parte de una cadena compleja de representaciones y actos. Por otro lado, gestionaba si la ambivalencia que para un intelectual público como Olivier había significado pasar al lado, por decirlo de alguna manera, de la sucia práctica”. Medina contrasta el trabajo de Debroise en los años 70 y 80 en donde era más bien un crítico, un observador, un narrador, con de pronto tener a su cargo la gestión de exposiciones, la representación de artistas que tenían repercusiones políticas en el mercado, y la construcción de la institución que el acompañaba en el momento de su muerte que era el Muac”.

En un mundo de “grises contra grises”, en que las tendencias no son apuestas sencillas, “Olivier por lo general produce imágenes de todos los actores culturales atravesados por esta complejidad en que la cultura no parece un producto heroico, sino uno extremadamente vivo, lleno de contradicciones, de momentos de esperanza y corrupción, y por tanto no nos representa un catálogo de objetos inaccesibles sino preguntas y debates sobre nuestros propios dilemas”.




domingo, 30 de septiembre de 2018

Gallery Weekend 2018 (IV y última)


La Galería Lourdes Sosa también aprovechó el marco de Gallery Weekend, celebrado del 20 al 23 de septiembre, para festejar sus 18 años de existencia. Lo hizo con 18 artistas divididos de la siguiente manera: en la planta baja la exposición colectiva ¡Más que musas! con la participación de 17 pintoras y escultoras, y en un segundo nivel una muestra individual, Danza solar, del pintor zacatecano Pedro Coronel (1923-1985).






La veterana del conjunto femenino es la pintora Olga Costa (1913-1993) que Lourdes Sosa, directora de la galería, escogió en su calidad de representante de la Escuela Mexicana. También hay obra de la pintora y escultora surrealista Leonora Carrington (1917-2011), la pintora Lilia Carrillo (1930-1974) perteneciente al movimiento de la Ruptura, y la escultora vinculada a objetos cotidianos Naomi Siegmann (1933-2018).

De allí el enlistado pasa a artistas “más jóvenes”, aunque de diferentes generaciones, con planteamientos desde distintas técnicas como la escultora Marcela Díaz (1961), quien exhibe un vestido tejido con cuerdas de henequén. Para Sosa representa la labor femenina aunque acabe uno con las manos ensangrentadas.

Maribel Portela (1960) ha cubierto una sección de pared con 48 pequeñas esculturas –la edición era de 100-- en papel, cuyas formas nos remiten a elementos de la naturaleza como flores, hojas o semillas. Para su decoración ha empleado pigmentos naturales como la cochinilla. Para encapsularlos Portela utiliza pequeñas cajas de vidrio y latón, muy populares para exhibir diminutos objetos.

Los conocidos neumáticos de Betsabé Romero (1963), alusivos al movimiento, también pueden estampar mensajes en su rodada.Vanessa García Lembo gusta de “fragmentar y desfragmentar”. Crea sus pinturas y fotografías, luego las corta y construye piezas nuevas. La escultora Yvonne Domenge (1946) está presente por medio de sus esferas.

Las otras artistas participantes son: María José de la Macorra (1964); Jill Hartley (1950); Cristina Kahlo (1960); Fanny Karchmer; María José Romero (1970); Laura Rosete (1966), quien emplea la miniatura como escenario y motivo; Patricia Torres (1963) e Irene Zundel (1958), ésta última escultora que maneja una “geometría suspendida”.






El único hombre presente en este festejo es Pedro Coronel, un colorista cuyos grandes cuadros “ciegan” por su luminosidad. Las 17 piezas incluidas en Danza solar abarcan un periodo amplio que va desde una época de “una figuración más clara”, de índole orgánica, hasta las últimas pinturas que hizo. Según Sosa el espectador obtiene una “lectura muy clara de Pedro” por medio de la selección de obra. Destaca la “monumentalidad” de sus cuadros. Apunta que hay piezas que incluso tienen que ver con la obra del pintor estadunidense del expresionismo abstracto Jackson Pollock, por su “manejo muy libre, aventado, de la línea”.

El par de exposiciones permanecerá hasta el 15 de noviembre en la galería ubicada en Ibsen 32A, colonia Polanco.

Galería OMR

El fotógrafo alemán Thomas Ruff (1958) exhibe por vez primera en una galería particular mexicana, la OMR. En 2002 expuso en forma individual en el Museo Tamayo. La obra constituye una mirada en retrospectiva que abarca desde los años 90 del siglo pasado hasta 2010. Está montada a la manera de como se hacía en el siglo XIX, es decir, recubre las altas paredes de la planta baja del recinto de Córdoba 100, colonia Roma.

Ruff pertenece a la escuela de Dusseldorf, fue compañero de Candida Höfer y Andreas Gursky. Juntos son parte del pensamiento que “desvincula la fotografía del instante decisivo y su función periodística”. De allí que su obra es una constante investigación sobre cuáles son las posibilidades de una imagen y quién es su autor. Sus fotos más emblemáticas son las que realizó tipo pasaporte. De fondo blanco, fueron hechas en los años 80, principios de los 90 cuando “Alemania era muy diferente”. De hecho, los rostros de los retratados no demuestran ningún tipo de emoción.

De acuerdo con Jacob Flood, a nombre de la galería, la de Ruff tiene que ver con la fotografía misma, ya que se interesa por el proceso. En el segundo nivel de la OMR de Ruff se exhibe una serie muy curiosa de negativos digitalizados. Al parecer la idea era mostrarle a su hijo qué era un negativo.

La muestra permanecerá hasta el 15 de diciembre.

Proyectos Monclova

Esta galería ubicada en Colima 55, colonia Roma, expone trabajo del pintor estadunidense John Henderson (1984), bajo el título de Far or hid. Aunque hay video y fotografía, la mayoría de la obra son pinturas abstractas al óleo que a primera vista no parecen tener nada de extraordinario más allá de su buena factura. Aquí lo que importa es el proceso, ya que Henderson logra su producto final después de pintar una serie de 10 o 12 capas de color que, ya secas, lija para crear su composición. Es decir, la destrucción es parte del proceso. Con ellas hace referencias a la pintura de su país de los años 50 y 60 del siglo pasado. La exposición permanecerá hasta el 27 de octubre.

Proyectos Monclova también exhibe Todo comienza en otra parte, muestra de Martín Soto Climent (1977). La mayoría de los cuadros están hechos con medias negras estiradas sobre lino crudo, ninguna de las cuales ha sido destruida en el proceso. Incluso, las medias podrían desmontarse del cuadro y ser usadas, según informa la galería. La muestra permanecerá hasta el 20 de octubre.


miércoles, 26 de septiembre de 2018

Gallery Weekend 2018 (III)





Para su participación en Gallery Weekend 2018, la Galería Hilario Galguera asumió un "riesgo" al mostrar la obra de dos artistas con un fuerte compromiso político y social. Ellos son Enrique Jezik (Córdoba, Argentina, 1961) y Joaquín Segura (CDMX, 1980), ambos recién representados por la galería.


Teatro de operaciones se llama la muestra de 13 obras (seis de Jezik y siete de Segura), que abarcan en su mayoría instalación aunqne también dibujo, pintura, escultura, textil y un panfleto intervenido. Las piezas son de diferentes épocas. La más antigua es En defensa propia (1996), escultura de Jezik, una especie de caja transparente con huesos humanos, sobre ruedas y rematada con alambre de púas. Cinco son de 2018: La razón y la fuerza y Consigna (JDP), de Jezik, y Sobre la práctica, Lince norte y 5 estados, de Segura.


Pira (2016), instalación de Joaquín Segura


Tal vez la obra más impactante es Pira (2016), instalación de Segura hecha con una acumulación de materiales: madera, llantas recuperadas y gasolina. El artista explica: “Me interesa mucho el tema de la ausencia a partir de los detritos, o la ruina, ya sea simbólica o física. En este caso es una alusión a una pira funeraria. Las cantidades son 760 kilos de madera, 71 litros de gasolina y 23 llantas de repuesto. De acuerdo a informes forenses, de especialistas de distintos orígenes, sobre todo argentinos que investigaban casos de desaparición forzada en México, son los materiales necesarios para incinerar un solo cuerpo humano”.



Para una despedida (1996), instalación de Enrique Jezik



A Segura le interesa esta “contradicción”: “Es una problemática que no solo tiene que ver con los hechos ocurridos en Ayotzinapa. La violencia de Estado –un interés presente en la obra de Enrique-- es un tipo de problema que el país ha tenido desde hace décadas”. Teatro de operaciones es “una reflexión conjunta del poder, del descenso y de la relación que nosotros como individuos tenemos con un contexto social y político turbulento”.


Según el entrevistado, la exposición constituyó “un ejercicio de apertura de parte de la galería cuyos responsables están determinados en mostrar una obra con un contenido no sólo con una carga formal trabajada, sino piezas que hablan también de temáticas con más peso. En ese sentido creo que la galería tenía ese interés de elaborar un comentario a partir del tipo de producción que mostraban particularmente en el marco este evento (Gallery Weekend). Había una intención de hacer un contrapunto con la oferta presentada”.


Mostrar obra donde hay una toma de posición”, detalla Jezik. “Todo es arte político, sin embargo en ciertos trabajos hay una toma de posición más clara que es de alguna manera lo que caracteriza el trabajo de Joaquín y el mio. Lo que intentamos es mostrar una actitud sobre determinados factores y situaciones que modelan nuestra realidad”.



Liquidaciones ideológicas (Marx), 2015, tapiz alto liso tejido a mano, de Joaquín Segura



Mientras que el análisis del fenómeno de la violencia y la política es el hilo conductor de la obra expuesta de Jezik, el trabajo de Segura “también está enfocada hacia las ideologías”. “Es esa relación entre los temas que nos interesan. Eso es lo que da sentido a que exhibamos juntos. Hay muchos cruces. Desde diferentes perspectivas reflexionamos sobre cuestiones que tienen que ver con la política, la violencia y los movimientos sociales. Son fenómenos que de alguna manera marcan lo que pasa en una realidad y cómo se va conformando nuestra época. También hay una observación sobre procesos históricos”, señala Jezik.



Narración (2017), instalación de Enrique Jezik



Segura dice tener “más de una década de investigar sobre política radical, sobre los detritos de la ideología, la devaluación simbólica de los aparatos radicales de pensamiento. Otro vínculo fuerte es el interés en la materia misma o la presencia matérica de cómo se construyen los proyectos. Podemos verlo en la escultura (En defensa propia) de Enrique compuesta por restos óseos humanos. Por mi parte se aprecia en los dos dibujos a muro, Lince norte y 5 estados, ejecutados directamente sobre la pared con cartuchos útiles que recupero por medio de contactos”. 



En primer plano, En defensa propia (1996), de Enrique Jezik. En el fondo G8 (2013), de Joaquín Segura.



En otros proyectos Segura trabaja con militares y policías. Entonces, “recupero estos cartuchos y ejecuto estos dibujos a muro que en el caso de Lince norte son los contornos de los cuatro estados mexicanos –Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí—en cuya zona en 2011 se llevó a cabo un operativo que buscaba disminuir la influencia del Cartel del Golfo y los Zetas”.


El otro dibujo está hecho con “un cartucho de 223 que es de uso reservado. Son los cinco estados mexicanos –Colima, Baja California Sur, Oaxaca y Michoacán-- que, según el informe del 2007 del Instituto para la Economía y la Paz, en que hubo un incremento más dramático de la violencia”.


Teatro de operaciones permanecerá hasta el 2 de noviembre en la Galería Hilario Galguera, Francisco Pimental 3, colonia San Rafael.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Gallery Weekend 2018 (II)




La Galerie Le Laboratoire, fundada y dirigida por Julien Cuisset, aprovechó el marco del proyecto promocional Gallery Weekend, celebrado del 20 al 23 de septiembre, para festejar su primera década de existencia con la segunda parte de Campus, exposición de pintura, instalación y escultura. En esta ocasión subtitulada Formalismo perceptual, es concebida como una radiografía de la labor de los 10 años. La primera parte, Formalismo estructural, se montó del 21 de agosto al 15 de septiembre. En cada una participó la mitad de los 12 artistas representados por la galería.

Todo un reto ha constituido sobrevivir una década. “El mercado ha cambiado mucho”, expresa Cuisset. “Hay muchas más galerías. Es un mercado más maduro, que ha ganado músculo, por medio de diferentes plataformas. Tenemos una visibilidad como conjunto galerístico que va de la mano de distintos aparatos que puede ser el ferial o actividades más de fin de semana como “sábado de galerías” o Gallery Weekend, y todo lo que nos falta por hacer colectivamente para darnos a conocer e intentar captar nuevos públicos. Siempre digo que la clase media y media alta mexicana son las que potencialmente tendrían que visitar las galerías. Tenemos que redoblar esfuerzos para que lo hagan”.

El domingo 23 los visitantes llegaban a la galería ubicada en Vicente Suárez 69, interior 2, colonia Condesa, con el plano de espacios participantes en Gallery Weekend en la mano. Visitar una galería de arte no implica comprar forzosamente, asegura el entrevistado. Claro, de la venta viven tanto las galerías como los artistas.

Cuisset abrió Le Laboratoire con la idea de representar a varios artistas con una visión a largo plazo: “Básicamente la ecuación era así: tenía que responder a dos parámetros sumamente importantes para mi. Uno, desde luego que me gustara mucho la obra en cuestión, y el otro, tener empatía con el mismo artista. Somos una gran familia y vamos a crecer juntos. Todos estos folletos y catálogos (sobre la mesa de su oficina) son como bebés que procreamos entre todos, que tienen que ser cuidados por nosotros en su proceso de maduración”.

Ya que son artistas “consolidados” los del “establo” de la galería, algunos con más de 30 años en el mercado, éste hecho abre puertas en museos e instituciones. Perla Krauze, por ejemplo, expuso el año pasado en el Museo Amparo de Puebla, mientras que Gabriela Gutiérrez hizo lo mismo en el Antiguo Colegio de San Ildefonso y Mauricio Sandoval en el Museo de Arte Carrillo Gil. Mario Núñez abrirá una muestra en octubre en el Museo de la Ciudad de México, y Tomás Casademunt prepara algo para el Centro de la Imagen. Cuisset tiene proyectos pendientes con el compositor y fotógrafo británico Michael Neyman.

A lo largo de los años el galerista ha encargado las exposiciones a distintos curadores. En esta ocasión el responsable es Erik Castillo a quien Cuisset planteó su inquietud de hacer una radiografía de la labor realizada en esta década, sin embargo a partir de los artistas representados. En ocasión de Campus II los expositores son: Georgina Bringas, Gabriela Gutiérrez, Mario Núñez, Enrique Rosas, Mauricio Sandoval y Roberto Turnbull. Al director le importa el “diálogo” entre las obras.


La noche de Iguala (2015), óleo de Mauricio Sandoval


La muestra se inicia con La noche de Iguala (2015), óleo de Mauricio Sandoval. Presente en la galería, el artista confirma que el cuadro “obviamente tiene que ver con los hechos ocurridos en Ayotzinapa, sin embargo quise hacer algo sugerente. Más que una cuestión interpretativa, quería dar a entender algo. Entonces es una especie de integración de los desaparecidos en un magma que puede ser como pantano o una piedra que les tiraron al mar. Simplemente sugerir cosas que pudieran haber pasado con los 43 en la noche sin mostrar nada. Siempre he pensado que fue por una cuestión de que los tiraron al mar, por eso el cuadro está pintado en estos colores (azul/verde), con esa forma como de remolino que es cuando los cuerpos caen”.

El título de la pintura juega con el de la obra de teatro La noche de la iguana (1961), de Tennesse Williams. De Sandoval también se muestra el óleo La tempestad.

Georgina Bringas, artista de reciente ingreso al elenco de la galería, presenta La vibración del tiempo, una instalación de cintas de video VHS y ventiladores, que según Cuisset “puede ser una especie de no lectura abstracta de lo que hemos realizado a lo largo de los 10 años”.

Campus. Formalismo perceptual permanecerá hasta el 17 de noviembre. Para visitar la galería hay que concertar una cita al teléfono 5256 4360.