jueves, 1 de noviembre de 2018

Cora Flores, Medalla Bellas Artes





Un fuerte aplauso recibió a la bailarina, coreógrafa, docente y ahora investigadora Cora Flores (San Luis Potosí, 1936) la noche del miércoles 24 de octubre al recibir la Medalla Bellas Artes de manos de Lidia Camacho, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), por su trayectoria. Flores se dijo feliz al haberse dedicado tantos años a la danza a la que llegó siendo una niña de 14.



Cora Flores



Para Camacho la homenajeada es “un referente indispensable para las nuevas generaciones de profesionales en esta disciplina y en muchas otras”. La funcionaria recordó que Flores ha formado parte del INBA desde muy diversas trincheras, todas altamente reconocidas y apreciables: “Para mi es fundamental que sigas en la investigación” que a final de cuentas es “dar a luz aspectos que quizá no eran reconocidos o que con el paso de los años se fueron borrando”. Actualmente Flores es investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi-Danza) del INBA.



Marco Antonio Silva, Angélica Kleen, Lidia Camacho, Cora Flores, Elizabeth Cámara y Gabriela Dörries



La tuya --continuó Camacho- ha sido una pasión infatigable por la danza, carrera desafiante, aunque de frutos exquisitos que permanecerán indelebles en la memoria colectiva de todos”.

Pidió hablar el nieto de Flores, Emilio, quien aseguró que “para mi es la mejor bailarina y abuelita que he conocido. Me ha enseñado mucho de cultura. Siempre me lleva a los teatros a ver la danza, escuchar los conciertos. Eso me lo preguntan en la escuela en los exámenes y ya sé gracias a mi abuelita”.



Cora Flores en sus diferentes facetas de bailarina



El acto se efectuó en la Sala Ponce del Palacio de Bellas Artes ante la presencia de entusiastas miembros de la comunidad dancística. Elizabeth Cámara, exdirectora del Cenidi-Danza, dijo que éste contactó a Flores con motivo de su 30 aniversario para invitarla a montar la coreografía Zapata, de Guillermo Arriaga, que ella bailó por primera vez en 1968. Fue entonces que Cámara se dio cuenta que “Cora conoce prácticamente a toda la gente de la danza en México. En ese sentido para el Cenidi-Danza es fundamental contar con su presencia porque Flores es un documento viviente que tenemos que conocer. Por medio de sus múltiples anécdotas y las posibles entrevistas que le hagamos será posible en gran medida hacer una reconstrucción de la danza en México”.

En la mesa moderada por Marco Antonio Silva, director artístico del Centro de Producción de la Danza, Angélica Kleen, asesora artística del Monterrey Internacional Ballet Gala, señaló que no se puede desligar el nombre de Cora Flores de la Universidad Nacional Autónoma de México, ya que es prácticamente la memoria viva de sus grupos artísticos: Taller Coreográfico de la UNAM y Danza Libre Universitaria. “Siempre le he visto como una guerrera frontal, decidida, inquieta, entregada y talentosa”, añadió.

También intervino la costaricense Gabriela Dörries, directora de Danza Abend, e hija de la coreógrafa Cristina Girirey, autora de La casa de Bernarda Alba, otra obra emblemática en el repertorio de Flores.

Entrevistada, la galardonada dijo que en el Cenidi-Danza se dedica a revisar fotografías y archivos, y aportar nombres de bailarines cuyas caras ya no resultan tan familiares.

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