domingo, 26 de febrero de 2017

Difícil promover la pintura de Estrella Carmona



Las puertas siguen cerradas en gran parte para la pintura en lo que a galerías se refiere. Por lo menos esto ha sido la experiencia de Luiz Eduardo Laufer, viudo de la pintora mexicana Estrella Carmona (1962-2011). “Es muy difícil conseguir espacios para la obra de Estrella porque hoy día no les interesa tanto la pintura –menos una de índole crítica- , sino el arte conceptual. Muchos me han cerrado la puerta con las palabras, ‘es muy buena pintura, felicito a Estrella, pero no nos interesa’”, expresa. 







La Galería L sí se arriesgó y exhibe una selección de 22 pinturas y 11 dibujos, todos en blanco y negro, una tira de fotos de Carmona y algunos de sus sueños por ella transcritos y dibujados, con el título de Regimientos del orden. “Estrella siempre al despertar apuntaba sus sueños y en algunos hacia uno o más dibujos alusivos a lo que sonó”, señala el entrevistado. 








También se exponen algunos de sus cassettes de música (Front 242, Laibach, Borghesia, Puppé Frabick, Muslin Gauze), “todos y cada uno de ellos comprados en el tianguis del Chopo”.








En septiembre pasado la Galería Andrés Siegel también se arriesgó y montó la exposición Obsesión por el futuro, con 32 cuadros, entre acrílicos, óleos y un temple, realizados entre 1997 y 2010. La de la Andrés Siegel fue la primera exposición póstuma de Carmona realizada en CDMX desde 2011 cuando exhibió en la desaparecida galería Eje. También en 2016 se coordinaron dos muestras en el Museo de Antropología y la Galería de Arte Contemporáneo, en Jalapa, Veracruz. 






Según Laufer en la obra de Carmona se alternan dos intenciones: la estética y la filosófica. En cuanto a la primera, “resaltan diversas influencias provenientes de la Escuela Mexicana de Pintura, principalmente Orozco y Siqueiros; el neoexpresionismo alemán, y de la transvanguardia. La filosofía, por su parte, es para Estrella una orientación en un caos. Está íntimamente influenciada por Nietzsche y Schopenhauer, en lo que se refiere a la idea del absurdo del mundo y los cuestionamientos en torno a un hombre nuevo”.








Respecto de su paleta, el entrevistado anota que desde finales de los años 80 del siglo pasado hasta principios de los 90 la pintora manejaba una paleta oscura, es decir, tonos rojo indio, ocres, verde veridian y cafés. Sin embargo, a partir de su estancia de tres años (1995-1998) en la Siderúrgica Altos Hornos de México para crear murales alusivos en Monclova, Coahuila, “comenzó a utilizar más el acrílico en colores más diversos, incluso neón. Dejó un poco el óleo por el acrílico y el temple. Comenzó a dejar el óleo porque estaba un poco saturada de su olor y del aguarás. De 2000 hasta la fecha de su fallecimiento (9 de mayo de 2011) trabajó mucha pintura en blanco y negro”.









Entre los proyectos a futuro, está realizar un documental y publicar un libro sobre la vida y obra de Carmona. También “tratamos de establecer en su antiguo taller una residencia para artistas”.
Hasta el momento la obra de Estrella Carmona no ha logrado tener una exposición en un museo.
Regimientos del orden permaneció hasta el 4 de marzo en la Galería L, Alfonso Reyes 216, colonia Condesa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario