En
el contexto de Leonora Carrington: The story of the last egg
(La historia del último huevo), exposición organizada en mayo/junio
de 2019 por la Galería Wendi Norris en Nueva York, dos grandes
museos estadunidenses agregaron cuadros seminales de la pintora
surrealista a sus colecciones permanentes.
El
Museo de Arte Moderno, en Nueva York, adquirió dos: Green tea
(Té verde), 1942, y And then we saw the daughter of the Minotaur!
(¡Y entonces vimos a la hija del Minotauro!), 1953. De acuerdo con
información proporcionada por la galería, Té verde fue el
último cuadro que Carrington terminó en Nueva York, donde radicó
por un breve periodo después de huir de la Europa en guerra, y antes
de hacer México su hogar en 1943, a donde se lo llevó. Ahora, el
óleo regresa a Nueva York.
Green Tea (Té verde), 1942 |
And
then we say the daughter of the Minotaur viene a ser un poco
frecuente retrato familiar. En ello el marido de Carrington, el
fotógrafo húngaro Emérico Chiki Weisz, representado en el
óleo como un minotauro --una criatura mitad hombre/mitad toro con
origen en la antigua Creta--, está sentado en la presencia de los
dos hijos (Pablo y Gabriel) de la pintora y una diosa matriarcal, al
parecer ella misma.
And then we saw the daughter of the Minotaur (Y entonces vimos a la hija del Minotauro), 1953 |
El
Museo de Arte Moderno de San Francisco, por su parte, compró Kitchen
garden on the Eyot (El jardín de la cocina en el Eyot), 1946,
pintada por Carrington mientras esperaba a su primer hijo Pablo
(CDMX, 1947). La composición “reinterpreta de manera radical el
papel y la función de la fertilidad, al glorificar el poder de
procreación de las mujeres y conexión fundamental a la tierra”.
Kitchen
garden on the Eyot es una de las 11 nuevas adquisiciones del
Museo de Arte Moderno de San Francisco, hechas posibles gracias a la
venta de la obra Sin título (1960), de Mark Rothko, en la
primavera, por 50.1 millones de dólares en la subastadora Sotheby’s.
El cuadro les había sido donado por Peggy Guggenheim.
También
se adquirieron obras de Rebecca Belmore, Forrest Bess, Frank Bowling,
Lygia Clark, Norman Lewis, Barry McGee, Kay Sage, Alma Thomas y
Mickalene Thomas.
Dichas
adquisiciones son parte de un programa alimentado con la venta de
Untitled con el objeto de diversificar la colección, al dar
realce a los apartados de arte moderno y contemporáneo, a la vez que
atender huecos históricos.
Estas
obras se presentan junto con piezas existentes en la colección por
todo el museo a partir de finales de agosto pasado.
La
obra de la pintora, escritora y escultora surrealista Leonora
Carrington (1917-2011) fue objeto de una nueva exposición, la
tercera y más ambiciosa que organiza la Galería Wendi Norris, de
San Francisco, aunque ésta vez en la ciudad de Nueva York. La
muestra Leonora Carrington: The story of the last egg fue
abierta el pasado 23 de mayo en el número 926 de la avenida Madison,
un sitio de exhibición temporal que antes fue una farmacia y botica,
hecho que lo vincula con el interés de la artista por la alquimia.
Aparte
de 20 pinturas, incluyó las seis máscaras que Carrington hizo para
Opus siniestrus: The story of the last egg, obra de teatro
inédita, a la que se le dio lectura el 6 de junio como parte de un
simposio que se efectuó el día 7.
Escrita
en 1970, la pieza teatral es una especie de tragi-comedia mágica,
que conjura un mundo en que todas las mujeres han muerto menos una,
“una anciana de 80 años, colosalmente gorda, la ex-madame de un
burdel,” quien logra poseer el último huevo humano en existencia,
y detenta el destino del planeta en sus manos.
La
obra fue dirigida por Jean Randich, contó con ocho actores que
interpretaron múltiples personajes. No obstante que Opus
siniestrus fue escrita hace 50 años, se trata de una obra
visionaria “ecofemnista” que pudo haber sido escrita hoy. Repite
temas e ideas en otros escritos y obras de arte de Carrington.
En
el simposio Carlos Martín, curador en jefe de la Fundación Mapfre,
en Madrid, presentó una investigación ligada con la exhibición
Leonora Carrington: tu país, que se abrirá allí en 2020, y
luego viajará al Museo Picasso Málaga. Explorará la vida
peripatética de la artista inglesa-mexicana y cómo influenció su
obra (vivió en Gran Bretaña, Italia, Francia, España, Estados
Unidos y México).
De
acuerdo con Martín, “organizar una exposición de Carrington en
España significa más que saldar una deuda con una creadora quien
dejó una significativa huella en obras de artistas de origen
español. De su experiencia en Madrid y Santander surge su
extraordinaria memoria Down below (Abajo), un momento crucial
in la literatura surrealista, al igual que elementos de su universo
simbólico asombroso, que desarrollaría en las décadas venideras.
El título de la exposición hace referencia a su pintura Chiki,
ton pays y sirve para resumir nuestro acercamiento a
Carrington como un artista transnacional y extraterritorial”.
También
participaron en el simposio las expertas Susan Aberth y Teresa Arcq
quienes presentaron Reflexiones mágicas: Las colaboraciones
creativas de Leonora Carrington y Remedios Varo. Aberth y Arcq
están en el proceso de escribir un libro sobre las dos pintoras
surrealistas, cuya discusión tratará el feminismo, la colaboración,
la magia, México y otros temas que Carrington exploró durante su
larga carrera.
La
última sesión, El efecto Leonora Carrignton: Lo que podemos
aprender de Carrington hoy, abordó su obra y sus influencias en
un contexto contemporáneo. La condujo Natasha Boas, una curadora
independiente franco-estadunidense, especialista en surrealismo y
estéticas modernistas.
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