domingo, 12 de enero de 2020

La mágica vida y obra de Remedio Varo





Mucho y muchos han escrito sobre la obra de la pintora surrealista Remedios Varo Uranga (1908-1963). Cuando la diseñadora gráfica e ilustradora Silvana Avilés recibió el encargo de realizar un libro biográfico –su primero-- , de entre los nombres propuestos escogió el de la exiliada española. Después de año y medio de inmersión en todo el material disponible sobre la artista, nació La mágica vida y obra de Remedios Varo (Lumen, 2019), volumen narrado en primera persona, dirigido a adolescentes y adultos, de aspecto lúdico, en el que las ilustraciones juegan con los textos. Es como “la tía Remedios contándote su vida”.


Sin ser precisa fan de la pintora surrealista Ávila reconoce que siempre ha sido una referencia en su trabajo personal porque su obra es muy narrativa: “Tiene todos estos pequeños elementos que cuentan y dejan abierto cosas”. Para su relato la entrevistada –responsable del blogspot hola Silvana!-- buscó periodos de la vida de Varo que no habían sido explorados por la Academia que se concentró en definir y entender su obra. Intenté entender un poco más su humanidad y su vida personal”.






Envuelta en un amplio y vaporoso vestido rojo –al igual de la figura de Varo en las ilustraciones. Era del signo Sagitario, era de fuego-- , Ávila ejemplifica con Anglés, España, su pueblo natal: “Allí el tema del bosque es de importancia. A principios de siglo todo el pueblo estaba dedicado a la industria textil. Había una separación de las labores para hombres y mujeres. Siento que ella dibujó el pueblo en que creció. Hay varias leyendas de brujas en el pueblo que provocan lluvia y rayos, que están presentes en sus primeros ejercicios pictóricos. Para mi algunas de las pinturas de Remedios reflejan estas leyendas de seres que hay en el bosque que vuelan y tienen magia.


Otra cosa, en el pueblo hubo un castillo que ya no existe, sin embargo todo el mundo está consciente de ello. Para un niño que escucha hablar de algo que no está, es como un fantasma, una presencia constante, también desde sus primeros ejercicios pictóricos. Luego, Anglés es un pueblo con una superposición de estilos arquitectónicos, que nos remite a su fascinación por explorar la arquitectura en su trabajo, igual las rocas”.


¿Qué le dejó el personaje? “Sentí mucha conexión inesperada. Nunca esperé que Remedios contara constantemente cosas que me preocupan, como sobre la energía, como todo se conecta. Como cuando vives una vida honesta, real y verdadera a lo que eres el mundo se abre. Para ella era así no tenía miedo de vivir en la pobreza o la riqueza, por eso tuvo tantas aventuras, amores y viajes porque sabía lo que yo: cuando eres honesta, real y sigues tu corazón, el universo conspira, tiende puentes, mueve hilos y justo eso fue lo que le llevó viaje tras viaje, persona tras persona, hasta que encontró a Walter Gruen y pudo desarrollar su obra a plenitud”.


Para Ávila la obra de Varo cuenta su vida, al igual que “esta potencia que hay en el universo que es tan generoso que, cuando estás alineado a lo que eres verdaderamente todo se abre mágicamente. La magia es real, sin embargo tienes que confiar en el mundo, en la coincidencia”. Aunque la autora fue “cuidadosa” respecto de la vida personal de Varo, no obstante, siente que en la presente era “muchas mujeres podemos sentir identificadas con su forma de vida, su pasión por cultivar lo que amaba y por entregarse a lo que consideraba su llamado. Traté de abrazar ambas cosas”.


La ilustradora no alcanzó a conocer a Walter Gruen (1914-2008), ultima pareja sentimental de Varo, sin embargo se dio cuenta que gracias a sus esfuerzos “Remedios continúa en nuestra memoria”. A esa “figura fundamental” le dedicó un capítulo.






No hay comentarios.:

Publicar un comentario