jueves, 21 de noviembre de 2019

Desgarros y suturas, de Carlos Kravetz, en el Centro Vlady





Para su más reciente exposición en México, Desgarros y suturas, que se montó en el Centro Vlady, el pintor argentino Carlos Kravetz (1951) ha creado una gran metáfora “de la descomposición y desagregación que significa para su país natal el gobierno del empresario Mauricio Macri”, expresa la curadora Lelia Driben.

Para lograr su propósito Kravetz tomó “una reliquia que es la bandera de la derrota en una de las batallas por la guerra independista: la de Ayohuma--en quechua significa cabeza de muerto-- . A partir de este hecho Carlos se apropia del emblema, lo rompe en mil pedazos, lo arruga y ensucia, hace que las ratas caminen sobre su tela y muestra a la multitud derrotada en un eco referencial del gran artista argentino Antonio Berni”.



El mismo barco, pintura.



El lugar para mostrar la exposición en México era el Centro Vlady, perteneciente a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, ya que “mientras muchos otros recintos omiten la confrontación entre arte y política, aquí se hace lo contrario”, apunta Driben.

Según la crítica de arte se trata de una exposición “muy fuerte que sobre todo cuestiona una aventura nefasta fuera de toda dimensión. Si en alguna época hablábamos de capitalismo avanzado y de lo que terminó siendo el neoliberalismo, en este momento vivimos en general en el mundo el capitalismo avanzado en estado absolutamente salvaje, un salvajismo fuera de cualquier dimensión posible”.



Invasión, pintura



La obra de Kravetz no siempre ha sido política: “A lo largo de mi vida me interesaron distintas cosas aunque siempre he tenido en lo personal una actitud determinada y una mirada progresista, sin embargo mi obra nunca fue particularmente política. Siempre fue una obra de indagación sobre quién soy yo, qué pienso en la vida, que tomó distintas formas a lo largo del tiempo”.

No obstante, “cuando subió el gobierno actual en Argentina, uno sentía golpe tras golpe tras golpe todos los días. Hubo un tiempo en que no sabía de qué quería hablar, estaba como golpeado también pese a que los artistas somos un sector un poco privilegiado de la sociedad. Lo importante es que tiene uno para decir.



Estado de situación, gráfica digital.



En determinado momento surgió esto de la bandera de Ayohuma que veía en las revistas infantiles cuando iba a la primaria. Me acordé de esto y empecé a trabajar con la idea de la bandera destruida. Una cosa iba llevando a la otra”.

Kravetz explica que es una sola serie con subtemas: La plaga, esta sensación de la invasión de ratas que destruyen lo que uno construyó años para su propio beneficio; El derrumbe; La gente; El piso, la idea de la bandera pisada; El oro y La sutura, que es la posibilidad de salir de la herida aunque no sin cicatrices. La idea es “reconstruir como se puede con las cicatrices que nos quedan”.



Pisadas, gráfica digital. Fotos cortesía del Centro Vlady.



El entrevistado señala que la idea de las obras de El derrumbe surgen de una foto que tomé desde la terraza de un amigo mio que vive en México, porque la casa de a lado fue destruido por el sismo del 19 de septiembre de 2017”.

Se trata de una serie cerrada porque “lo que tenía para decir está dicho. Además tengo la sensación de que la vida está cambiando en mi país”.

La exposición Desgarros y suturas permanecerá hasta el 22 de noviembre de 2019 en el Centro Vlady, Goya 63, colonia Insurgentes, Mixcoac.






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