lunes, 11 de noviembre de 2019

¿De que se ríe licenciado?, pregunta en la Galería Metropolitana




El artista visual Ricardo Milla (Durango,1974) retomó el título de un libro de Carlos Monsiváis publicado en 1984 para su exposición antológica “de mitad de camino” montada en la Galería Metropolitana del 28 de junio al 30 de octubre. ¿De qué se ríe licenciado? y otras historias, compuesta de nueve obras, entre instalación, fotografía y arte objeto, era “una ironía sobre esta cuestión política, vertical, institucional, que oprime, pues, a los ciudadanos desde el punto de vista del poder”, expresa Milla.






Entrevistado, explica: “Cuando me preguntan si soy un artista conceptual o retinal, me parece una discusión estéril y me declaro impresionista, no porque pinte como Monet, sino porque las obras vistas en la exhibición son mi impresión de la realidad”.

¿Cómo ve la realidad? “Veo que se ha vuelto más oscura. Antes con la falta de información que había, o como nos dosifican la información el poder o el estatus, teníamos una cierta conducta. Ahora esta sobra de información nos deja en una posición peor, de más confusión. Si antes era una sequía, ahora es una inundación que nos ahoga. Esto está diseñado para que haya mucho ruido y alguien se beneficia de ello”.






Para la muestra el curador Santiago Espinosa de los Monteros y el expositor, en “un diálogo socrático”, escogieron piezas del gusto de ambos, que a la vez pudieran generar cuestionamientos en los espectadores. Milla señala ¡Buenas noticias para la gente que ama las malas noticias!, mural de 10 imágenes de 1.50 de alto por 1.09 de ancho cada uno, que consiste en una serie de acercamientos a las sonrisas de candidatos a puestos de elección popular en México, de diferentes partidos.

Son “sonrisas impostadas, falsas, que hacen pasar por una buena persona a alguien que seguramente no lo es. Me importa conservar estos pedazos de propaganda porque es lo que somos. No es que ellos sean los malos y nosotros los buenos, porque sí hay una cuestión de complicidad, de codependencia”.


Fotos cortesía de la Galería Metropolitana.



Esta situación también se observa en la pieza Síndrome de Estocolmo, una intervención de cubos de Rubik con los logotipos de los partidos políticos. Esta reacción psicológica por parte de un víctima de una retención en contra de su voluntad hacia su captor, es traducido a la esfera política no sólo de México, sino también de Estados Unidos donde el artista ha residido en varias ocasiones.

La estética de la estática es una selección de 15 fotografías tomadas a diferentes horas de un reloj sin funcionar en un edificio público de Durango. Para Milla un reloj descompuesto –algo muy común en México y su estado-- , sin posibilidades, o la intención, de arreglar, habla de “una sociedad muy limitada, en la que los resultados son magros en muchas cuestiones”. Para realizar la serie el artista permaneció durante 24 horas con una cámara de video y otra fotográfica, y registró el inmueble minuto a minuto. “Se contrasta el inexorable paso del tiempo natural que no podemos detener y el tiempo político-social detenido en México desde muchas décadas tristemente”, dice.

---Es usted muy crítico de la política mexicana, sin embargo dicen que el arte no cambia el mundo.

---En ese sentido soy analista; sé que que el arte cambia el mundo y las personas. Es complicado porque la batalla es despareja, inequitativa, sin embargo pienso si uno pone su granito de arena ya es suficiente. En el cuento de Hansel y Gretel los hermanos para no perderse, van dejando un rastro de pan. Creo que a veces el arte puede ser ese pedazo de pan para trazar una ruta y más o menos darnos una idea de quiénes fuimos o quiénes somos, porque no se puede cambiar lo que no se conoce. O lo que no se mire.

La Galería Metropolitana pertenece a la Universidad Autónoma Metropolitana y se ubica en Medellín 28, colonia Roma.

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