domingo, 27 de enero de 2019

Vientos de México y China






El cocurador de Vientos de Fusang: México y China en el siglo XX, exposición que se montó en el Museo Mural Diego Rivera, Shengtian Zheng, vio en Shanghai Frente Nacional de Artes Plásticas de México: pintura y grabado, muestra colectiva que en 1956 llegó al país asiático para ejercer una “influencia tremenda” en su arte.




Cantante de ópera chino (1930), Miguel Covarrubias




Tenía 18 años y me emocionó mucho ver la exhibición. Fue el comienzo de mi conocimiento del arte mexicano”, cuenta Zheng quien recordó que comprendió un mural de Diego Rivera, Gloriosa victoria, que posteriormente se perdió durante mucho tiempo hasta que fue descubierto hace 11 años en Moscú, en las bodegas del Museo Pushkin. Para Vientos de Fusang... fue posible reunir algunas de las obras que estuvieron en la exhibición de 1956, por ejemplo, de Arturo Estrada y Rina Lazo.

Hay que entender que en los años 50 del siglo pasado China estaba casi cerrada al Occidente y a la mayoría de los países, de modo que los artistas jóvenes tenían poca oportunidad de ver arte de fuera. Resultó abrumador ver ese arte de clase mundial proveniente de México”, acotó el también artista.

Vientos de Fusang… fue organizada por el Museo del Asia Pacífico, en Pasadena, California, que en 2014 fue incorporado como parte de la infraestructura artística de la Universidad de California del Sur (USC, por sus siglas en inglés). Selma Holo, directora tanto del recinto como del Museo Fisher de Arte del plantel, dijo en su momento que la muestra viene a ser “la cumbre de una relación plena y de relevancia que he tenido con México durante años. Espero que la USC pueda continuar con nuestro vínculo durante años y años en el futuro”.



Mujer amamantando (ca. 1930)




La exposición de medio centenar de piezas, entre obra gráfica, pintura, dibujo, un mural, material audiovisual y documentación, se compone de tres núcleos temáticos: Círculo de Miguel Covarrubias en Shanghai, Contacto intensivo: arte y artistas de México, y Una influencia perdurable: el movimiento muralista en China.

Vientos de Fusang… es la historia de un diálogo cultural fascinante entre dos países. Es la historia de cómo el arte mexicano se introdujo en China hace casi 90 años, y cómo el movimiento muralístico influyó al arte contemporáneo chino, en particular.




Boceto de Yunnan Árboles voluptuosos




En el primer núcleo temático la figura principal es Miguel Covarrubias quien viajó a China en 1930 y 1933. En ese entonces el Chamaco era director de arte de la revista neoyorquina Vanity Fair, de modo que su trabajo era conocido. De su primer viaje a China se incluyen 10 bocetos. En realidad Covarrubias se dirigía a la isla de Bali, en Indonesia, para estudiar el arte folclórico. Como no había una forma directa de llegar, tuvo que tomar un barco a Shanghai, parar allí, luego seguir a China, Hong Kong y finalmente Indonesia. En Shanghai conoció a un grupo de jóvenes artistas, que ya admiraban su trabajo, sin embargo al conocerlo en persona quedaron impactados con su personalidad, su técnica y sus pensamientos ingeniosos acerca del arte. En la muestra se incluye la obra de dos artistas chinos que aprendieron de él.

El segundo apartado hace referencia a la mencionada exposición de 1956, sin embargo en 1951 una delegación mexicana viajó a China para la reunión Asia-Pacífico sobre la paz. Entre ellos estaba el pintor Xavier Guerrero. Fue el comienzo de un nuevo intercambio entre los muralistas mexicanos y los artistas chinos.



Vientos de Fusang (2017)




Zheng hace hincapié en otra gran exposición con obra de muchos museos mexicanos en 1972: “Para mi el arte mexicano se volvió un modelo para muchos artistas chinos. El muralismo chino también llegó a su mayoría de edad en los últimos 30 años, influenciado por el movimiento mexicano. El proyecto principal sucedió en China en 1979, después de la Revolución Cultural. El arte chino por fin cumplió su sueño de hacer murales al realizar un conjunto de estas obras en el Aeropuerto Internacional de Beijing.

Hoy las escuelas de arte de las universidades chinas cuentan con un departamento de muralismo, continúa el curador. Cada año cientos de estudiantes se gradúan de la escuela. Actualmente China cuenta con el número más grande de muralistas en su comunidad artística. Para hacer más comprensible la presente historia se pintó un mural en 2017 para la exposición en el que participó Zheng y otro artista en Beijing, apoyados en dos asistentes.

Vientos de Fusang: México y China en el siglo XX permanec hasta el 27 de enero en el Museo Mural Diego Rivera, Balderas 202, colonia Centro.





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