jueves, 26 de diciembre de 2019

Casa Lamm cumple 25 años





En el marco de los 25 años del Centro de Cultura Casa Lamm (CCCL), cumplidos en 2019, la institución editó Meta arte, orígenes y límites, libro escrito por el investigador Rolando Vilasuso, director de Educación Virtual. La publicación fue el resultado de una larga investigación promovida por CCCL, mediante Editorial Lamm.


Para Claudia Gómez Haro, directora académica del CCCL, Meta arte “nos conduce a erradicar la ceguera en cuanto al conocimiento e interpretación del arte contemporáneo más extremo. Desde esta perspectiva, y al vislumbrar la incapacidad interpretativa de muchos de los estudiosos y amantes del arte contemporáneo, este estudio nos orienta a través de un pensamiento teórico interdisciplinario y transdisciplinario”.


En la presentación del volumen Gómez Haro dijo que Vilasuso “logra una profunda reflexión sobre cómo abordar el conocimiento y la comprensión del arte del siglo XXI estableciendo un paralelo con los inicios conocidos del arte, tres millones de años atrás, sustentado en disciplinas como la Historia del Arte, la Filosofía, la Neurociencia, la Semiótica, la Estética y la Teoría del Arte. Nos conduce por los laberintos del pensamiento crítico moderno presente en la estética de Kant y Hegel, así como de las teorías contemporáneas relacionadas con el arte posmoderno definidas por Jameson, Bauman, Shiner y Danto”.


Vilasuso indicó que el libro se estructura sobre la base de 10 preguntas, entre ellas, ¿qué es el arte y cuántos tipos existen?, ¿cuándo surgió el arte y quiénes fueron los primeros artistas?, ¿puede algo natural, no modificado, ser arte?, ¿quién define y legitima lo que es arte?, ¿por qué los rostros y cráneos son tan significativos en el arte?, ¿cómo se explica la polarización que generan obras como las de Damian Hirst?, ¿existe un criterio universal de belleza?, y ¿tiene límites el arte?


Según el autor “son preguntas/problema que todos nos hacemos independientemente de que estemos en el mundo del arte o no”. Entre las imágenes que predominaron en la presentación estuvo la de un guijarro, con tres millones de años de antigüedad, en el que sobresalen dos grandes ojos. Aparte de ser historiador del arte, “dispongo un poco del pensamiento científico, por eso me meto en muchos asuntos de tipo colectivo y científico. Eso parte de por qué me pregunto estas cosas y cómo las resuelvo”.


Germaine Gómez Haro, directora de Artes Visuales del CCCL, no pudo estar presente en el acto, sin embargo, mandó la siguiente pregunta:¿Cuales son las pretensiones de una investigación de tal envergadura? Vilauso contestó: “Enfrentar, dar la cara al reto de definir profundamente qué es el arte, cuándo surgió, quiénes fueron los primeros artistas, quién legitima, ¿existen artes mayores y menos?, toda una serie de preguntas que nos hacemos y que muchas veces se dan por hecho”.


Ejemplificó: “Admiro al escritor Mario Vargas Llosa, sin embargo dice de Damien Hirst que es un fraude, que no tiene el más mínimo talento ni originalidad”. Entonces, “alguien tan preparado e inteligente como Vargas Llosa queda preso de sus prejuicios y y no puede razonar en profundidad ni parece consciente de que el impacto emocional condiciona casi por completo su reacción”.


Agregó que el vocabulario, la sintaxis, las palabras que seleccionó Adolfo Hitler para referirse a la Exhibición de Arte Degenerado, en 1937, “prácticamente son idénticas a las de Mario Vargas Llosa”.


De acuerdo con Carmen Gaitán, directora del Museo Nacional de Arte, Vilasuso crea un puente desde el comienzo de los movimientos artísticos hasta los que se establecen en la posmodernidad. El vasto y profundo análisis que hace de cada uno explica "el complejo fenómeno que es el acto de la creación”.








jueves, 5 de diciembre de 2019

Marcos Kurtycz en el Museo Universitario Arte Contemporáneo





Figura de culto, el polaco-mexicano Marcos Kurtycz (1934-1996) fue, es cierto, un artista del performance. Sin embargo era mucho más: diseñador gráfico, editor, impresor, pintor y escultor. De eso da cuenta Marcos Kurtycz. Contra el estado de guerra, un arte de acción total, exposición de alrededor de 800 piezas, curada por Francisco Reyes Palma –ha pasado años investigando su archivo-- , montada en 2018 en el Museo Amparo, en la ciudad de Puebla, y ahora en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (Muac).

Artista complejo, cuya “transparencia” no es tan simple y por lo tanto se requería entrar en contacto con su “pensamiento más personal” resguardado en su archivo. Allí empezaron los “hallazgos”. Kurtycz llegó a México en 1968, unas dos semanas antes de la matanza de estudiantes en Tlatelolco.

Sin título, 1968, de la serie Mutilados olímpicos



"Reaccionó al igual que muchos artistas mexicanos por medio de su obra. En su caso realizó varios dibujos, por ejemplo, del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz. No los podía hacer públicos por su condición de inmigrante con su intención de quedarse en el país. Son imágenes que tienen que ver con la experiencia vivida por Kurtycz con el totalitarismo”, expresó Reyes Palma.

En rueda de prensa celebrada en el Museo Amparo, el curador recordó que de niño le tocó la Segunda Guerra Mundial y el secuestro y asesinato de su madre judía por los nazis. Creció en la época de la Guerra Fría y al trabajar en Cuba le tocó la crisis de los misiles. Es decir, “Kurtycz era un hombre pendiente de un mundo desarticulado. Vivía la guerra en tiempos de paz, aunque la trabajaba desde la lógica simbólica. Finalmente el arte es otro estado de excepción. El artista trabaja sin norma, es un fuera de ley, aunque propositivo, no destructivo. Esa es la lección que para mi deja su obra”.

Falotropia tropical, 1981. Fotos de Zbigniew Bzdak.



De allí que Reyes Palma trabajó sobre un eje que denominó “contra el estado de excepción, algo latente en nuestras sociedades”: “Uno vive en un mundo de paz y de pronto todo se te revierte. Acabó desarrollando una visión estratégica con una sensibilidad muy especial”.

Para el curador Kurtycz nunca dejó de ser polaco, sin embargo se integró al país de manera fluida: “Cuando se inauguró el Museo X Teresa Arte Actual tres artistas funcionaban como figuras políticas: Helen Escobedo, Felipe Ehrenberg y Marcos Kurtycz. Éste último ya estaba integrado a la historia del país justamente como estos personajes que permitieron que una generación diera el salto hacia otro tipo de arte”.
Máscara de catcher, sin fecha



La línea de trabajo del expositor fue el “accionismo”, ya que tenía una visión del arte como una acción constante. ¿Qué es lo que hizo? “Vincularse con todas las tendencias contemporáneas y activarlas. Si hacía cinetismo, también hacía esculturas que respiran de pronto”. El investigador trae a colación que Kurtycz era ingeniero de profesión aunque ejercía el arte de manera subterránea. En México se convierte en artista, aunque también en diseñador –de eso vivía--. “Es un artista en que la agresividad es parte del efecto de su trabajo que no es complaciente. No busca en sí el reconocimiento”, señala Reyes Palma.

Según el curador la gran diferencia de Kurtycz con los grupos de los años 70 del siglo pasado consistió en que “no se definían como artistas conceptuales, mientras que Marcos por medio de su noción de arte-facto y de una serie de escritos, sí se planteó como tal”. Dueño de obras “bellísimas a la vez que durísimas, sobre todo era un experimentador con los materiales. Mezclaba todo tipo de elementos, no existían límites”.

Cuerpos voladores lanzados desde Elis (sic) Island para estrellarse contra las Torres, 1989.




Para la exposición se diseñaron muebles especiales para exhibir la gran cantidad de materiales, muchos de pequeño formato, mismo que hace difícil una presentación atractiva para el visitante.

Destaca un recorte de periódico fechado el 5 de marzo de 1979, que muestra una fotografía de Kurtycz trepado en la asta bandera en frente del viejo Auditorio Nacional con el objetivo de “colocar la bandera de su movimiento de insurrección contra las normas de las artes plásticas”. Reyes Palma relata que llegó la crítica de arte Raquel Tibol quien pidió a gritos “bajar a ese hombre”. Junto está el Campo Marte.


Bomba de cuitlacoche, 1983. Fotos cortesía del Muac.



El Museo Universitario Arte Contemporáneo se ubica en el Centro Cultural Universitario, avenida Insurgentes Sur 3000, Alcaldía Coyoacán. La exposición permanecerá hasta el 17 de mayo de 2020.