La
pasión según San Mateo, de Johann Sebastian Bach, es tal vez la
más grande obra no operística del periodo barroco, ya que está
compuesta para dos orquestas y dos grupos de cantantes,
en total medio centenar de músicos en el escenario. Tal vez para
Bach fue el momento culminante de su trabajo musical en la iglesia de
Santo Tomás, expresa el austriaco Martin Haselböck quien dirigirá
la obra el 12 de abril, a las 20 horas, en el Palacio de Bellas
Artes, en el marco del 35 Festival del Centro Histórico.
Haselböck tendrá a su cargo
dos agrupaciones especializadas en música barroca, la Orchester
Wiener Akademie, de Viena, fundada por el organista en 1985, y la
Musica Angelica Consort and Orchestra, con sede en Long Beach,
California, y 10 solistas de distintas nacionalidades. Simboliza el
diálogo que logra la música que es “mucho más fuerte que
cualquier diálogo político. Hablamos música, entonces hablamos un
idioma común. Cada orquesta ocupa un extremo del escenario, así que
están en diálogo permanente”.
Haselböch
ya perdió la cuenta de las veces que ha dirigido
La pasión según San Mateo,
algo que suele
hacer
cada tres años. La
última vez que lo hizo en México fue en 2007 con medio centenar de
representaciones. Vía telefónica desde Viena, adelanta que en esta
ocasión la función será “un poco diferente porque la musicología
ha revelado nuevos hallazgos acerca de la obra”.
Precisa que los hallazgos
tienen que ver mayormente con el hecho que Bach “no tenía un coro
como lo conocemos hoy”, sino utilizaba cantantes solistas. Seguía
reglas muy estrictas en cuanto a dónde iban los cantantes, quienes
interpretan las partes del coro y quienes las del solo. Así que
ahora tenemos más solistas y menos cantantes en el coro. Esa es la
diferencia básica”.
Otra
novedad consiste en expresar la cualidad retórica de la obra, su
drama y las diferentes emociones que maneja. “De alguna manera
nuestra interpretación será más dramática, más operística, en
comparación a hace 13 años. La Orchester Wiener Akademie cuenta con
más músicos jóvenes, a la vez que los cantantes también lo son,
entonces la idea es verlo como una gran narración dramática de la
vida y muerte de Cristo, en vez de una pieza de música religiosa”.
La
Orchester Wiener Akademia tiene la particularidad de emplear
instrumentos originales del periodo barroco o copias exactas. Por lo
general los instrumentos de cuerda son del periodo barroco, mientras
que los de madera, como flautas y oboes, son copias exactas de los
viejos instrumentos, porque se desgastan. “Los instrumentos de
madera no se pueden tocar durante 100 años porque se rompen. Son muy
diferentes de los instrumentos orquestales de hoy. Además, suenan
diferentes”. Haselböck se refiere a su sonido como “redondo,
suave y lleno, que habla de figuras retóricas”.
No
obstante el dolor contenido en La pasión según San Mateo, la
obra también encierra cierta esperanza. “Está estructurada en
torno al evangelista, a manera de un narrador, quien cuenta la
historia bíblica del sufrimiento y muerte de Cristo. Después de
cada intervención del evangelista hay una especie de meditación en
un aria que trae consolación y ayuda.
“Se
han escrito algunas de las más grandes obras para los
acontecimientos de la Semana Santa, un periodo triste para los
cristianos. Entonces hay un contexto para el sufrimiento: la
consolación. Para mi la música puede ser de gran ayuda si uno se
abre al mensaje. Si lo escuchas, la música puede sanar las heridas y
hacerte mejor. Cada vez que dirijo La pasión según San Mateo
descubro nuevos secretos y mensajes. Para mi resulta una especie
de rezo personal dirigir esta obra”.