miércoles, 12 de octubre de 2022

Ernst Saemisch en el Centro Vlady

Alumno de la Bauhaus de Weimer, discípulo de Paul Klee y Lyonel Feininger, el pintor alemán Ernst Saemisch (1902-1984), quien pasó los últimos 20 años de su vida en México, es objeto de una exposición en el Centro Vlady (CV), adscrito a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. La muestra retrospectiva Ernst Saemisch, pintor que oye, de 148 piezas, abarca obra desde 1920 hasta el cuadro que dejó en el caballete al morir.
La mayoría de las obras en exhibición procede de la asociación civil Ernst Saemisch, creada a raíz de la muerte del artista, debido a la insistencia de Vladimir Kibalchic Russakov Vlady, al llegar a dar su pésame a la viuda y su hijo, en compañía del muralista Arnold Belkin. A Vlady le preocupaba el destino de la obra porque el artista siempre corre el riesgo de que después la familia no la promueva, señala Fernando Gálvez, director del CV.
A los pocos días de esa visita, “Gertrudis, la viuda, recibió una llamada del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, pues Vlady y Belkin habían realizado gestiones para que se abriera la posibilidad de una muestra retrospectiva, misma que empezó a construirse con visitas al estudio, revisión de los trabajos, charlas, que pudo realizarse en el Museo de Arte Carrillo Gil, en 1989”, detalla Gálvez.
En enero pasado, recién asumido su cargo en el CV, Gálvez encontró en unas cajas con material sin clasificar, “una tarjeta de invitación a la inauguración de los murales de Vlady en la Biblioteca Lerdo de Tejada, que el pintor utilizó como hoja de apuntes escribiendo en lápiz por ambas caras del papel. Las cajas contenían escritos, invitaciones artísticas y cuadernos de notas del artista ruso, donado al CV por su sobrino Carlos Díaz.
Al leer los apuntes Gálvez se llevó una “sorpresa”, ya que se trataba de las primeras observaciones de Vlady “en torno a la obra de Saemisch, que al parecer estaba frente a sus ojos, quizás en una exposición, en el taller del artista, en casa de algún coleccionista o amigo”. Vlady comienza al decir que “la muerte es el mayor reto de la obra de un artista. Ahí empieza su perennidad. La gran aventura definitiva”.
Dado que el alemán solía trabajar en series, la exposición retoma este modo para exhibir la obra. “La forma en que Saemisch trabajaba las series tiene una conexión específica con Kandinsky quien, a lo largo de varios años realizó sus investigaciones con la idea de simplificar las formas para llegar a la abstracción. Es decir, de una etapa más figurativa, se volvió expresionista, luego diluía la figura hasta llegar a la abstracción”.
Para efectos de la exposición, “hicimos una museografía abigarrada, al estilo de los siglos XVII y XVIII, en que se mostraban los cuadros, uno pegado del otro. Recuperamos esta manera a fin de combinar series en las que se aprecian las tres etapas de su proceso creativo”, apunta Gálvez en entrevista.
Saemisch trabajaba básicamente en papel, usaba la acuarela y el pastel, técnicas que le permitían moverse a cualquier lado con un cuaderno u hojas y una tabla, además de proceder de manera rápida y producir piezas que no necesitaban gran tiempo de secado, algo que va muy bien con el trabajo en series, agrega.
De acuerdo con el crítico de arte en cierto momento la obra de Saemisch estuvo “bastante influida por el pintor noruego Edvard Munch, autor de El grito (1893), al igual que otros expresionistas”. Destaca una serie dedicada a retratos de nazis, y otra en torno al miedo, así como un tríptico de la pena de muerte por electrocutación. Son series tremendas que toman el pulso de los tiempos de guerra y autoritarismo”, anota Gálvez.
El apelativo “pintor que oye” se refiere a que el arte expresionista y su derivación en arte abstracto, exploraron las conexiones entre artes visuales y música. Por ejemplo, Klee al llegar a clase tocaba el violín y pedía a sus alumnos pintar lo que oían. Kandinsky comparaba el lenguaje musical con las composiciones pictóricas en Sobre lo espiritual en el arte. Era algo que flotaba en el ambiente, asegura Gálvez.
La exposición Ernst Saemisch, pintor que oye se exhibe del 19 de agosto hasta el 28 de octubre, en Centro Vlady, Goya 63, colonia Insurgentes Mixcoac.

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