jueves, 14 de octubre de 2021

Pablo de Laborde, anti monumento a periodistas asesinados

La instalación escultórica De barro y de silencio, de Pablo de Laborde Lascaris (Ciudad de México, 1985), es un “anti monumento” a lo que no se debería de celebrar: el asesinato de periodistas en México y el mundo. Esta especie de altar está integrado por docenas de campanas de barro, colocadas en varias hileras que le dan la vuelta a las paredes de la pequeña sala de Fundación Casa Wabi con vista a la calle Dr. Atl. Sus badajos han sido removidos y se encuentran en medio del espacio, sobre una pequeña base. Las campanas sin badajo simbolizan a los periodistas que han sido silenciados. Como artista mexicano, de Laborde, quien radica entre la Ciudad de México y el Reino Unido, asegura tener “una responsabilidad que cada día se vuelve más y más social. La situación de nuestro país nos hace sentir que se tienen que decir las cosas”. El tema del asesinato de periodistas y trabajadores de los medios de comunicación asesinados es uno del que “no se ha hablado lo suficiente”,
Entrevistado, de Laborde explica que la campana se usó mucho --ahora menos-- como un llamado a las personas para reunirse en cierto lugar o a modo de un alerta ante un fenómeno natural como un incendio o un huracán. En la instalación el escultor separó el badajo, que simboliza la voz de los periodistas, de la campana. Así, “el silencio hace más ruido que la voz porque resuena”. Los badajos están hechos de latón y plomo, materiales tradicionales para fabricar balas. Las campanas son de un aspecto frágil. “Siempre hay un balance frágil entre las personas que quieren hablar y los que las quieren silenciar”, apunta. De barro y de silencio no es una obra de protesta: “Lo veo más como un anti monumento. No soy un activista, soy un escultor. Uno de mis roles es hablar de lo que me pica a diario y últimamente es ésta temática más que nada”. Tampoco se trata de “una conversación con las esculturas oficiales. Por lo normal, un monumento se eirge para celebrar algo o conmemorar a una persona. Un anti monumento es justamente para no celebrar algo”.
Para su trabajo de Laborde busca una “desasociación” en los objetos que gusta coleccionar: “Muchas veces son piezas que ya no tienen relevancia cultural o, simplemente, son objetos curiosos. Me atrae reinventarlos y reintroducirlos por medio del arte con la idea de desestabilizar lo que es un objeto convencional o práctico, y así mezclar diálogos. Mi trabajo se enfoca mucho en las diferentes maneras de representar lo que ya conocemos”. No es la primera vez que de Laborde trabaja la campana, de hecho, es un tema recurrente de su obra. Sin embargo, cuando se desarticula, cuando se le quita su función primigenia, la de convocar o llamar a diferentes emociones, se convierte en algo completamente diferente, anota Alberto Ríos de la Rosa, curador de la instalación cuyo significado se ha vuelto “mucho más social, sin que pierda su concepto estético”. De barrio y de silencio, instalación de Pablo de Laborde Lascaris, permaneció expuesta hasta el 20 de septiembre en Dr. Atl 62, colonia Santa María la Ribera.

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