miércoles, 18 de agosto de 2021

Ana Segovia en el Carrillo Gil

La figura del charro y la cultura popular mexicana permean Pos’ se acabó este cantar, exposición que la pintora Ana Segovia (Ciudad de México, 1931) presentó en el Museo de Arte Carrillo Gil. Su interés por la construcción de la mexicanidad en relación con una idea impuesta de la masculinidad “tradicional”, la ha llevado a subvertir la figura simbólica del charro. Su uso del color, que oscila entre tonos pasteles y vibrantes, transgrede la mirada machista.
Por medio de una simplicidad e ingenuidad fingida, Segovia crea tensión en sus escenas. Gracias a juegos cromáticos y corporales, sus personajes inmóviles se animan y transmiten una energía que se convierte en sensual.
La serie tiene su origen en archivos, en especial filmogramas de la Época de Oro del cine mexicano, que Segovia reinterpreta al desafiar estereotipos presentes en los medios visuales occidentales. Por medio de la pintura, y recientemente del video, la artista desarrolla estrategias cómicas y estéticas que rompen con las normas de género y demuestran cómo los objetos, las prendas y las mismas costumbres conforman una modalidad implícita de la virilidad.
En el texto de sala, Tomás Pérez González dice que “en el México posrevolucionario, aun con las heridas sin cicatrizar después del conflicto civil y bélico, surgió la imagen del charro. Si bien ya existía como representante del oficio ranchero o practicante de la charrería, hacia los años 40 del siglo pasado se pretendió convertirlo en figura de conciliación social. Esta operación fue respalda por una boyante industria cinematográfica”.
Al buscar una rápida aceptación entre el público, “el charro enaltece conductas y arquetipos masculinos”. Segovia echa mano de supuestas características como la nobleza y honestidad que contrastan con la altanería y el autoritarismo. También, la idea de que el charro representa al “buen amigo, al cantante, el hombre hipermachista que gusta del trago y las mujeres de a montón”. Además, que encarna el “carácter recio, de pocas palabras y sin temor al duelo, ya sea de puños o con armas”.
Pos’ se acabó este cantar reinterpreta pictóricamente fotogramas de filmes como Allá en el Rancho Grande o Los Tres García. La muestra incluye la proyección de un cortometraje en el que Segovia se apropia del traje charro que adapta a su paleta de color, lejana de la tradición y usanza casi ritual de la charrería.
La práctica de Segovia investiga las formas de circulación y representación de la identidad, principalmente dentro de la cultura popular mexicana. La exposición Pos’ se acabó este cantar permaneció hasta el 8 de agosto de 2021 en el Museo de Arte Carrillo Gil, avenida Revolución 1608, colonia San Ángel.

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