miércoles, 25 de agosto de 2021

Falleció la autora irlandesa Margaret Hooks

La periodista y autora irlandesa Margaret Hooks falleció el pasado 19 de julio en su casa en Jávea, España, a los 75 años debido a una larga batalla contra el cáncer. Nacida el 7 de junio de 1945 en Belfast, Hooks es conocido por sus libros sobre Tina Modotti, Frida Kahlo y el surrealismo. En los inicios de su carrera Hooks fue corresponsal en México, de 1985 a 1991, por el diario irlandés The Irish Times, a la vez que contribuyó a una variedad de publicaciones como The Guardian, Labour Weekly, The National Review (Australia) y The Miami Herald.
De joven, Margaret fue una lectora voraz y un espíritu rebelde. Decidió no asistir a la universidad, sin embargo se fue de Belfast en 1964, con el permiso de sus padres, para trabajar en Londres. Allí, le atrajo el medio bohemio de la contracultura y el movimiento hippie de los años 60 del siglo pasado. Viajó dos veces a la India, por vía terrestre, en los años 70, y radicó en Sidney, Australia, durante varios años antes de viajar a la Ciudad de México para asistir a la primera conferencia del Año Internacional de la Mujer en 1975, como parte de una delegación feminista radical de Australia.
En el pueblo, la cultura y el arte de México, Hooks encontró una profunda fuente de inspiración y conexión. Regresó a vivir al país en 1979 y se quedó dos décadas. México la inspiró inicialmente como escritora e influenció en gran parte la dirección de su carrera tanto como periodista y autora.
En cierto momento Hooks dejó el periodismo político con el objetivo de escribir libros. En 1993, Tina Modotti. Fotógrafa y revolucionaria fue publicado por la editorial HarperCollins, incluso fue llamado “una biogafía definitiva” de la artista de origen italiano y activista de izquierda por el New York Times. Fue publicado en español por Plaza & Janes en 1998.
En 1996, Hooks se convirtió en corresponsal por México de la revista ARTnews, con sede en Nueva York. Sus libros subsecuentes incluyeron una monografía sobre Tina Modotti para la serie Masters of Photography (1999) de la editorial Aperture; Frida Kahlo: Retratos de un icono (2002); Tina Modotti: Fotografías (2005); un monólogo del trabajo del fotógrafo catalán Manuel Armengol (2007); Edén surreal (2007) en torno a la creación del jardín escultórico en la jungla mexicana por Edward James, surrealista, poeta y mecenas inglés, y su último libro Surreal Lovers: Eight Women Integral to the Life of Max Ernst (Amantes surrealistas: Ocho mujeres, parte integral en la vida de Max Ernst), en 2017.
Previamente fue la traductora de la autobiografía de la psicoanalista y feminista austriaca Marie Langer (1910-1987), From Vienna to Managua (1989).
Hooks viajó a México en 2008 para promocionar Eden surreal: Edward James and Las Pozas que había sido traducido al español. En aquella ocasión escribí: “El interés de la periodista y autora irlandesa Margaret Hooks consiste en escribir acerca de las mujeres, sin embargo su libro Edward James y Las Pozas: un sueño surrealista en la selva mexicana, ahora publicado en español por Editorial Turner, nació de una visita en 1987 a ese “paraíso terrestre”, perdido en la Huasteca potosina.
“Entrevistada, Hooks reconoce que ‘de ninguna manera estaba preparada para Las Pozas’, algo que le pasa a cualquiera, dado que es un lugar ‘único y singular’.
“Al respecto, explica: ‘Cuando llegué allí me sentí abrumada en muchos niveles’. Y como se considera una periodista ‘típica’ –entonces era corresponsal en México de The Irish Times–, Hooks mandó una carta a una casa editorial, donde les proponía un libro sobre el poeta y mecenas inglés Edward James (1907-1987), pero no les interesó.
“Hooks, no obstante, ya se había interesado en el tema. Con varios libros en su haber, como Tina Modotti: fotógrafa radical y Frida Kahlo: la gran ocultadora, algo que siempre le había atraído era escribir sobre artistas cuya vida se cruza y se junta con su arte. Es decir, ‘no me llama la atención escribir sólo acerca de la obra artística, ni tampoco biografías. Más bien, me encanta ver dónde se interponen el arte y la vida, y en qué medida uno influye en el otro’”.
Le agradezco al periodista Michael Tangeman, viudo de Hooks, por la información e imágenes proporcionadas para la realización de este texto.

miércoles, 18 de agosto de 2021

Ana Segovia en el Carrillo Gil

La figura del charro y la cultura popular mexicana permean Pos’ se acabó este cantar, exposición que la pintora Ana Segovia (Ciudad de México, 1931) presentó en el Museo de Arte Carrillo Gil. Su interés por la construcción de la mexicanidad en relación con una idea impuesta de la masculinidad “tradicional”, la ha llevado a subvertir la figura simbólica del charro. Su uso del color, que oscila entre tonos pasteles y vibrantes, transgrede la mirada machista.
Por medio de una simplicidad e ingenuidad fingida, Segovia crea tensión en sus escenas. Gracias a juegos cromáticos y corporales, sus personajes inmóviles se animan y transmiten una energía que se convierte en sensual.
La serie tiene su origen en archivos, en especial filmogramas de la Época de Oro del cine mexicano, que Segovia reinterpreta al desafiar estereotipos presentes en los medios visuales occidentales. Por medio de la pintura, y recientemente del video, la artista desarrolla estrategias cómicas y estéticas que rompen con las normas de género y demuestran cómo los objetos, las prendas y las mismas costumbres conforman una modalidad implícita de la virilidad.
En el texto de sala, Tomás Pérez González dice que “en el México posrevolucionario, aun con las heridas sin cicatrizar después del conflicto civil y bélico, surgió la imagen del charro. Si bien ya existía como representante del oficio ranchero o practicante de la charrería, hacia los años 40 del siglo pasado se pretendió convertirlo en figura de conciliación social. Esta operación fue respalda por una boyante industria cinematográfica”.
Al buscar una rápida aceptación entre el público, “el charro enaltece conductas y arquetipos masculinos”. Segovia echa mano de supuestas características como la nobleza y honestidad que contrastan con la altanería y el autoritarismo. También, la idea de que el charro representa al “buen amigo, al cantante, el hombre hipermachista que gusta del trago y las mujeres de a montón”. Además, que encarna el “carácter recio, de pocas palabras y sin temor al duelo, ya sea de puños o con armas”.
Pos’ se acabó este cantar reinterpreta pictóricamente fotogramas de filmes como Allá en el Rancho Grande o Los Tres García. La muestra incluye la proyección de un cortometraje en el que Segovia se apropia del traje charro que adapta a su paleta de color, lejana de la tradición y usanza casi ritual de la charrería.
La práctica de Segovia investiga las formas de circulación y representación de la identidad, principalmente dentro de la cultura popular mexicana. La exposición Pos’ se acabó este cantar permaneció hasta el 8 de agosto de 2021 en el Museo de Arte Carrillo Gil, avenida Revolución 1608, colonia San Ángel.