domingo, 1 de julio de 2018

Bienal Iberoamericano de Diseño


Con una década de existencia, la Bienal Iberoamericano de Diseño (BID) se presentó en México por vez primera en el Museo Franz Mayer (MFM), que de esta manera formó parte de las actividades del proyecto CDMX: Capital mundial del diseño 2018.

La muestra Bienal Iberoamericana de Diseño 2016, referente a su quinta edición, comprende una selección de la obra presentada en la Central de Diseño de Matadero Madrid, su sede en la capital española. De cerca de 470 proyectos enviados, fueron elegidos 205, representativos de 23 países, ya que el espacio del MFM era reducido. Un total de 36 trabajos son de diseñadores mexicanos, entre ellos, Héctor Esrawe, Ignacio Cadena, Emiliano Godoy, Manuel Alcalá López, Carmen Ortega Casanovas, María Romero y José Antonio Lugo.

Está dividida en ocho categorías: Diseño de producto/Industrial, Interiorismo/Espacios, Gráfico, Textil, Moda y complementos, Digital, Diseño de servicios y proyectos Transversales/integrales (se cruzan con el arte, lo social, lo antropológico, incluso, lo político). La BID 16 tiene como ejes temáticos: la innovación, el desarrollo, la experimentación, la inclusión social, el emprendimiento, la sostenibilidad, la investigación tecnológica, la inclusión social, la cooperación y la participación ciudadana.

Oscar Salinas, del comité asesor de representantes de la BID en México, expresó en rueda de prensa que por vez primera se podrá ver “la enorme versatilidad que tiene el diseño de nuestro tiempo en esta gran región de cerca de 600 millones de habitantes: Iberoamérica, que ha tenido un gran desarrollo en este medio. El gran movimiento del diseño a nivel mundial se ve claramente en la Bienal”.

Para Félix Beltrán, también del comité asesor, la muestra tiene dos objetivos: “Evidenciar el nivel de Iberoamérica y sus aportes, a la vez que percatarnos de las deficiencias que tiene el diseño en nuestros países”. Según el diseñador de origen cubano, a pesar de que la Bienal ha crecido, “debemos aspirar a más” en el sentido de “inclinarse más hacia los problemas más apremiantes a los que todavía no se enfrentan lo suficiente, incluido México, como son las adicciones, el racismo, la pobreza, las innumerables enfermedades, que se pueden resolver si se tienen en cuenta a tiempo”.

Hizo votos para que el diseño haga que el mundo sea, no más atractivo, sino más funcional. “Desde hace tiempo cuestiono que los que producen diseño lo hacen para satisfacerles a sus clientes o sus propias necesidades. El diseño no debía de alentar necesidades que no son prioritarias” porque “al público se le manipula”. La clave de todo esto está en la educación que, a su vez, tiene que asumir que hacer diseño es más fácil que nunca antes en la historia, sin embargo concebirlo es un reto cada día más severo, más fuerte, más insoluble, porque la competencia y la consciencia de que el diseño no se debería prescindir de él es cada día más creciente”.

Oscar Salinas acotó que hoy hay diseñadores que no sólo trabajan para un cliente o una empresa en específico, o alguien que produce, sino lo hacen directamente con comunidades que requieren de su servicio. Los propios diseñadores han decidido también tomar diferentes caminos.

La exposición permaneció hasta el 1 de julio en el Museo Franz Mayer. Posteriormente se trasladará a Guadalajara, San Luis Potosí, Puebla y Acapulco.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario