domingo, 29 de julio de 2018

SOMA en MUCA Roma



La generación 2016-2018, integrada por ocho becarios, del programa educativo internacional SOMA presenta Ahora en común. Más opacidad, exposición de fin de curso en el Museo Universitario de Ciencia y Arte (MUCA), sede Roma. El proyecto se inserta en el Programa Conmemorativo M68 de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La performer Galia Eibenschutz, una de los seis tutores, explica que el programa dura dos años, se estructura por trimestre, periodo en que los becarios se entrevistan con artistas de otras generaciones, curadores, especialistas en otros medios, incluido el científico, en otras disciplinas –videoastas, artistas sonoros-- , a partir de las que construyen su discurso, a la vez que aprenden a balancear y equilibrar todo lo que se les dice, critica para definir su camino. Entonces, hay “una crisis constante”.

El perfil de cada generación va de acuerdo con sus intereses: “Empieza siempre muy azaroso, depende de los que se inscriben. Se hace una selección basada más en su trabajo, no que coincidan los temas”. Sobre a la presente generación, Eibenschutz destaca una parte “más política”, en especial respecto a los mexicanos, mientras que hay otra parte más formal. Es “una generación muy variada, confrontativa, unos con otros. No tienen el mismo desarrollo, tienen diferentes niveles dentro de su trabajo profesional. Ha sido arduo, un proceso difícil de integración. Siempre hay un porcentaje de extranjeros”.

La entrevistada señala que en el segundo año se les da un pequeño estudio. Indica que SOMA no proporciona una educación con “nivel papel”, aunque es a grado de maestría. No está registrado en la Secretaría de Educación Pública o la Universidad Nacional Autónoma de México, sino es independiente. La idea es elástica y cambiante según la generación de artistas que llega.

En cuanto a la exposición Ahora en común… , la vertiente general es “mucho más conceptual”, aunque muchos tienen una investigación muy formal, escultórica como la venezolana Andrea Nones y la francesa Victoire Barbot, mientras que el palmesano Joan Bennassar combina los dos. Los becarios tienen entre 25 y 35 años en promedio. Ya tienen claro por donde va su investigación.

Para Cecilia Delgado Masse, directora de MUCA-Roma, la idea de trabajar en conjunto era generar un proyecto en común. Es decir, “desarrollar un argumento en esa interlocución de prácticas que fuera una especie de argumento entre los becarios en el museo. Empezamos a trabajar con ellos desde noviembre del año pasado con el fin de empezar a construir el diálogo”.

La intervención en muro es una característica de la muestra, también el que hay mucha instalación: video, audio, etcétera. Se imponen, de hecho, los “intergéneros”. La obra del venezolano Jacobo Zambrano tiene pintura, aunque también fotografía. La oaxaqueña Berenice Olmedo trabajó en torno a la poleana, un juego surgido en las cárceles que pervive a nivel de las calles. En las piezas de Sofía Abraham, Paloma Contreras y Bruno Ruiz, todos mexicanos, hay un aspecto más político.

La exhibición Ahora en común. Más opacidad permaneció hasta el 29 de julio en MUCA-Roma, Tonalá 51.

domingo, 1 de julio de 2018

Bienal Iberoamericano de Diseño


Con una década de existencia, la Bienal Iberoamericano de Diseño (BID) se presentó en México por vez primera en el Museo Franz Mayer (MFM), que de esta manera formó parte de las actividades del proyecto CDMX: Capital mundial del diseño 2018.

La muestra Bienal Iberoamericana de Diseño 2016, referente a su quinta edición, comprende una selección de la obra presentada en la Central de Diseño de Matadero Madrid, su sede en la capital española. De cerca de 470 proyectos enviados, fueron elegidos 205, representativos de 23 países, ya que el espacio del MFM era reducido. Un total de 36 trabajos son de diseñadores mexicanos, entre ellos, Héctor Esrawe, Ignacio Cadena, Emiliano Godoy, Manuel Alcalá López, Carmen Ortega Casanovas, María Romero y José Antonio Lugo.

Está dividida en ocho categorías: Diseño de producto/Industrial, Interiorismo/Espacios, Gráfico, Textil, Moda y complementos, Digital, Diseño de servicios y proyectos Transversales/integrales (se cruzan con el arte, lo social, lo antropológico, incluso, lo político). La BID 16 tiene como ejes temáticos: la innovación, el desarrollo, la experimentación, la inclusión social, el emprendimiento, la sostenibilidad, la investigación tecnológica, la inclusión social, la cooperación y la participación ciudadana.

Oscar Salinas, del comité asesor de representantes de la BID en México, expresó en rueda de prensa que por vez primera se podrá ver “la enorme versatilidad que tiene el diseño de nuestro tiempo en esta gran región de cerca de 600 millones de habitantes: Iberoamérica, que ha tenido un gran desarrollo en este medio. El gran movimiento del diseño a nivel mundial se ve claramente en la Bienal”.

Para Félix Beltrán, también del comité asesor, la muestra tiene dos objetivos: “Evidenciar el nivel de Iberoamérica y sus aportes, a la vez que percatarnos de las deficiencias que tiene el diseño en nuestros países”. Según el diseñador de origen cubano, a pesar de que la Bienal ha crecido, “debemos aspirar a más” en el sentido de “inclinarse más hacia los problemas más apremiantes a los que todavía no se enfrentan lo suficiente, incluido México, como son las adicciones, el racismo, la pobreza, las innumerables enfermedades, que se pueden resolver si se tienen en cuenta a tiempo”.

Hizo votos para que el diseño haga que el mundo sea, no más atractivo, sino más funcional. “Desde hace tiempo cuestiono que los que producen diseño lo hacen para satisfacerles a sus clientes o sus propias necesidades. El diseño no debía de alentar necesidades que no son prioritarias” porque “al público se le manipula”. La clave de todo esto está en la educación que, a su vez, tiene que asumir que hacer diseño es más fácil que nunca antes en la historia, sin embargo concebirlo es un reto cada día más severo, más fuerte, más insoluble, porque la competencia y la consciencia de que el diseño no se debería prescindir de él es cada día más creciente”.

Oscar Salinas acotó que hoy hay diseñadores que no sólo trabajan para un cliente o una empresa en específico, o alguien que produce, sino lo hacen directamente con comunidades que requieren de su servicio. Los propios diseñadores han decidido también tomar diferentes caminos.

La exposición permaneció hasta el 1 de julio en el Museo Franz Mayer. Posteriormente se trasladará a Guadalajara, San Luis Potosí, Puebla y Acapulco.