Tras
su debut hace dos años en el Museo Franz Mayer la exposición La
vuelta a la bici ha viajado a otros dos espacios: las
instalaciones de El Amate ubicado en el Parque Barranca Chapultepec,
en Cuernavaca, y el Museo Nacional de los Ferrocarriles en Puebla.
Sin embargo, en sus nuevas sedes tuvo una adaptación local, porque
ya no tenía sentido hablar de la bicicleta en la CDMX, expresa su
curadora Ana Álvarez.
Entrevistada,
explica que en el caso de Cuernavaca “descubrimos grupos de
activistas en municipios, que hacen una destacada labor. Por ejemplo,
que las mujeres se suban a la bici y que las personas anden en
lugares considerados peligrosos. En Temixco hay un grupo de mujeres
que todas las semanas salen para así no renunciar al espacio
público”. En el estado de Morelos Álvarez y su equipo de
investigadores también se dieron cuenta que los grupos de activistas
tenían una vocación muy fuerte de “ciclo-turismo”, además de
promover la conectividad interestatal.
Una
parte de la exposición se refiere a cómo la bicicleta, creado hace
unos 200 años, ayudó a emancipar a la mujer: “Cuando apareció la
bici las mujeres usaban vestidos victorianos que pesaban 20 kilos.
Son los fabricantes los que empiezan a impulsar que haya una
adaptación en la vestimenta. También desde esa época se siente que
el ajuste en la autonomía de la movilidad traería cambios
profundos”. La muestra incluye la fotografía estenopeica de
finales del siglo XIX, El marido obediente, en la que una
mujer acompañada de su bicicleta, le dice al esposo, ‘lava bien la
ropa, que no se tiñe de azul, que me voy de paseo’”.
En
el Museo Nacional de los Ferrocarriles la bicicleta se alió con el
rescate del patrimonio histórico y cultural. Consciente de la
“fuerte tradición en fototecas” que tiene Puebla, una vez allí
Álvarez se dio cuenta de “la magnitud e importancia de esos
acervos, no nada más para la entidad, sino para la memoria
nacional”, al grado de decir “no hay ningún otro registro así
de extraordinario sobre la bicicleta en el país. Es un acervo de 4
mil imágenes encontramos como 30 en que había bicicletas de manera
cotidiana en Puebla”.
De
allí que para su presentación en Puebla la muestra se enriqueció
con acervo de la Fonoteca Antica, con registros relevantes del uso de
la bicicleta en el Estado, así como su estrecha relación hoy día
con las vías verdes.
También
a nivel de los reglamentos: “Encontramos registro de reglamentos de
1893 sobre cómo se debía de conducir a la bicicleta y qué cosas
estaban prohibidas como pasar por los parques, ir a una velocidad
mayor que el trote regular de un caballo. Más adelante eso se
modifica. Ya para 1914 se establece que no se podía soltar las manos
del manubrio, tampoco quitar los pies de los pedales, ni llevar niños
en el cuadro. En fin, una regulación que habla de un uso intensivo y
muy cotidiano en el caso de Puebla que para mi fue una sorpresa”.
Otra
sorpresa fue la cantidad de mujeres que se mueven en bicicleta en
municipios como San Andrés Cholula. De hecho, el alcalde de este
poblado asistió a la apertura de la exposición en el Museo Nacional
de los Ferrocarriles. Respecto a esta tradición Álvarez apuntó que
las mujeres llevan a los niños en bicicleta que a su vez pedalean.
De allí que los cholultecas han desarrollado toda clase de diseños
para adaptar las bicis para llevar a los hijos. Pasa lo mismo en CDMX
en lugares como Ixtapalapa o Xochimilco que son “pueblos
bicicleteros”.
Si
en sus dos primeras sedes la exposición comprendió 52 bicicletas
mexicanas y extranjeras, en Puebla la cantidad se redujo a 32: “La
muestra aquí es más chica por el espacio, aunque más nutrida en
diversidad”. No obstante incluyeron bicis nuevas así como otro
material como un video en el que se habla con Isidro Pacheco, con 81
años de andar en bici, quien dice, “cuando me levanto y me duele
el cuerpo, me subo a la bici y se me quita”.
Para
Álvarez La vuelta a la bici rearma el rompecabezas de la
memoria colectiva de la historia de la movilidad en el país. La
exposición permaneció hasta el 28 de mayo en el Museo Nacional de
los Ferrocarriles, en Puebla.
El Día Mundial de la Bicicleta se celebra el 19 de abril.