miércoles, 29 de marzo de 2023

Vlady y sus contemporáneos

El pintor, muralista y grabador Vladimir Kibálchich Russakov (1920-2005), conocido como Vlady, formó parte de una generación que, a partir de los años 50 del siglo pasado, rompió con las ideas estéticas abanderadas por la Escuela Mexicana de la Pintura.
Vlady y sus contemporáneos, exposición realizada en el Centro Vlady (CV), perteneciente a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, pretende recoger las discusiones estéticas y el tipo de arte desarrollados por la generación del ruso-mexicano, después bautizada como La Ruptura por la crítica de arte Teresa del Conde.
La muestra, de alrededor de 80 piezas, entre pintura, grabado y documentos, complementa Vlady. Revolución y disidencia, retrospectiva montada en el Colegio de San Ildefonso, en colaboración con el CV, que conmemora el centenario natal del artista –celebración retrasada debido a la pandemia-- , a la vez que se inserta en los festejos por los 100 años del muralismo mexicano. El Museo Nacional de la Estampa fue el mayor prestamista de obra para la muestra.
“Quisimos poner algunas piezas de Vlady en contexto con obras de los grandes artistas que convivieron con él”, expresa Fernando Gálvez, responsable del CV y curador de la muestra con Silvia Vázquez Solsona. Las figuras seleccionadas son: Gilberto Aceves Navarro, Josep Bartolí, Leonora Carrington, Francisco Corzas, José Luis Cuevas, Fernando García Ponce, Alberto Gironella, Roger Von Gunten, Tomás Parra, Vicente Rojo, Francisco Toledo, Rufino Tamayo y Héctor Xavier.
A fin de tener escultura en la exposición se incluyeron tres piezas de Hersúa –además de una gráfica-- , quien participó en proyectos con la generación de La Ruptura, por ejemplo, el Espacio Escultórico. También, hay obra del No-Grupo, al que perteneció Hersúa, en la medida que los artistas de La Ruptura influyeron en las generaciones posteriores.
De alguna forma la muestra parte del retrato que Héctor Xavier hizo de Vlady y se presentó en la apertura de la Galería Prisse, espacio fundado en 1952, por ambos junto con Alberto Gironella. La galería, ubicada en Londres 163, colonia Juárez, se volvió “el punto de partida de esta discusión estética generacional”. La Ruptura, sin embargo, “no fue un movimiento con una sola forma de resolver en lo estético. Al contrario, planteaba que los jóvenes artistas tenían derecho a asumir sus propios caminos. No tenían por qué centrarse en la Escuela Mexicana de Pintura, en la estética nacionalista o en el arte ideológico y revolucionario, que tampoco negaban”.
Más adelante el mismo Vlady haría obra mural. Allí están los dos mil metros del mural interior de la Biblioteca Lerdo de Tejada, en el que “vertió sus propios ideas sobre las revoluciones y los movimientos sociales. Hay una manera muy diferente de abordar el color, la figura y la forma”, apunta Gálvez. En Vlady y sus contemporáneos “tratamos de enseñar tanto las afinidades como las diferencias, entre los distintos artistas”.
La Galería Prisse duró menos de dos años. Se encontraba en la planta baja de un edificio en cuyo primer piso estaba el taller de Héctor Xavier, Gironella y Vlady, quien vivía en el tercer nivel con su esposa Isabel. “Nunca terminaba la fiesta, la galería siempre estaba llena de invitados, hasta que Isabel, que era enfermera, dijo, no podemos vivir así porque no duermo”, señala el entrevistado.
Gracias a la Prisse se empezaron abrir otras galerías como la Proteo, Antonio Souza, Juan Martín, todas ubicadas en la colonia Juárez en un área que Cuevas bautizó como la Zona Rosa.
Gálvez se refiere a Vlady como un “polemista nato. No era un ermitaño, sino una persona con raíces ideológicas muy fuertes debido a las actividades de su padre, el escritor anarquista Víctor Serge. Como artista era de los más politizados, sin embargo también de los más interesados en la experimentación técnica o la recuperación de las consideradas clásicas. Exploró las técnicas de los grandes maestros de la antigüedad. Aunque discutía las posiciones estéticas de los muralistas, los consideraba el mayor movimiento que había existido en México”.
Vlady y sus contemporáneos se exhibió del 11 de noviembre de 2022 hasta el 25 de febrero en el Centro Vlady, Goya 63, colonia Insurgentes Mixcoac.

miércoles, 8 de marzo de 2023

René Freire y su pintura tridimensional

En diferentes momentos el sistema cultural mexicano ha tratado de “borrar” la historia del movimiento de Los Grupos en México, expresa el pintor René Freire (Ciudad de México, 1952), miembro fundador del Grupo Suma. El movimiento de Los Grupos fue un fenómeno surgido en los años 70 del siglo pasado, caracterizado por una efervescencia de colectivos artísticos con énfasis en la experimentación y la crítica social.
“Saltan de la generación de la Ruptura a las vanguardias de los años 80 y 90 del siglo pasado, borrándonos a nosotros, no sé por qué motivos. Pero, de que tenemos una presencia la tenemos. La Universidad Iberoamericana publicó, en 2021, Imágenes en colectivo: Grupo Suma (1976-1982), libro coordinado por Ana María Torres Arroyo.
“En el Museo Universitario Arte Contemporáneo hicieron, en 2015, una gran exposición de Proceso Pentágono, otro de los colectivos que dejaron huella. También el No-grupo, de Maris Bustamante, Melquíades Herrera, Alfredo Núñez y Rubén Valencia, tuvo presencia. Es difícil borrar la historia de los grupos”, asegura Freire.
Recuerda que en 1977, el Grupo Suma hizo “una gran muestra en el Museo de Arte Contemporáneo de Guadalajara, que incluía muchas instalaciones y expresiones vanguardistas. Había, sin embargo, una crítica muy fuerte en contra del expresidente Gustavo Díaz Ordaz, quien acababa de ser nombrado embajador de México en España. Al día siguiente de la inauguración la exposición fue desmontada. Por eso cuando me refiero a las autoridades culturales siento que nosotros éramos impresentables. Sucedían y suceden estas cosas”.
No obstante, “estamos vivos y produciendo”, acota el entrevistado quien abrió una exposición en SAQ Gallery, un espacio nuevo en la colonia Santa María la Ribera. Freire, pintura tridimensional comprende obra reciente que se caracteriza por haber dejado el soporte tradicional, entendido como el lienzo clásico, para trabajar sobre cartones, es decir, cajas de cartón. Este tipo de embalajes hace que la pintura como tal deja de tener su apariencia de siempre.
“El siglo XX nos abrió las posibilidades de muchas escuelas y tendencias, entonces veo esto como una consecuencia natural. Es como si yo fuera un pintor académico haciendo estas instalaciones”, dice Freire quien hizo estudios en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda y la Escuela Nacional de Artes Plásticas.
La galería cuenta con un nicho bajo el nivel del piso de la sala principal, que resulta atractivo para trabajar. Freire lo llenó con una gran instalación de cajas de cartón pintadas, que se observan desde arriba, a través de una cubierta transparente. De su interés actual son los “nuevos materiales”, como el papel de aluminio o las charolas de la carne. Al reciclarlos, adquieren un valor diferente.
La obra reciente es acompañada por algunos trabajos del pasado como Óleo sobre hoja de oro (2011), “significativo” en su historia personal.
La exposición Freire, pintura tridimensional se exhibió en SAQ Gallery, Díaz Mirón 128, colonia Santa María la Ribera.