jueves, 21 de abril de 2022

Bosco Sodi en Venecia

El barro ha acompañado en su evolución al ser humano, además, “es un material que tenemos muy cercano. Por eso, cada vez que a un niño, o un adulto, le ponen barro en frente, se pone a moldearlo, viene en nuestro ADN”, expresa el artista mexicano Bosco Sodi (Ciudad de México,1970).
Como parte de What goes around, comes around (Lo que se siembra, se cosecha), exposición con la que Sodi participa en la Bienal de Arte de Venecia, 2022, se presenta una instalación de 195 esferas hechas con barro en el piso del Palacio de Vendramin Grimani. La cantidad de esferas corresponde al número actual de Estados-Nación en la tierra. Los visitantes los pueden mover de lugar, lo que modifica la pieza, y llevárselas al final de la exhibición. La 59 edición de la bienal tiene lugar del 23 de abril al 27 de noviembre.
Para Sodi las esferas de barro sólido, moldeadas, secadas –se tarda un año-- y horneadas en su estudio de Casa Wabi, ubicada en Puerto Escondido, Oaxaca, son “objetos de energía, que llevan los cuatro elementos”. Entrevistado, el pintor y escultor conocido por sus superficies rugosas y de fuerte colorido, empezó a trabajar el barro hace ocho años, ya que las localidades aledañas de Casa Wabi lo trabajan mucho para hacer ladrillo, entre otras cosas.
La exposición de más de 30 obras, algunas realizadas in situ, forma parte del programa colateral oficial de la Bienal de Venecia. Fue una propuesta de la curadora italiana Daniela Ferreti, a la que se sumó Dakin Hart, colaborador con otros proyectos con Sodi. El Palacio Vendramin Grimani funciona como una residencia para un artista invitado. La idea de los curadores era “apropiarse del espacio y exponer todo tipo de obra, desde las esferas, los cubos, las rocas volcánicas y los cuadros, como si alguien viviera allí y tuviera esta bodega de comercio, que en realidad son obras de arte”.
Cada vez que Sodi realiza una obra in situ, ésta cambia por completo porque todo es diferente donde vaya: el aserrín, la temperatura, la humedad y los pigmentos.
---¿Cómo figuran la innovación y el estar a la vanguardia en su producción? ---Uno tiene que ser honesto con su propio ritmo y manera de evolucionar. Aunque quieras forzar la innovación, pues, no funciona si no llevas un proceso sólido. Varios artistas que conozco que se han forzado tratando de producir cosas nuevas cada año, a final de cuentas fallan porque no somos diseñadores de moda. No tenemos que presentar por temporada. La obra de Sodi tiene que ver con el accidente, el no control, el paso del tiempo y el trabajar con materiales orgánicos. “Se trata de aceptar el accidente como parte del proceso que dicta el resultado, no viceversa. Para mi es impredecible siempre el resultado final de mi obra”, acota.
---¿Participar en la Bienal de Arte de Venecia sigue siendo la máxima aspiración de un artista? ---No, sin embargo es la gran exposición mundial del arte no comercial --no es una feria de arte-- en la que, junto con Documenta, se reúne la mayoría de los curadores y museos. Es un lugar especial para exponer por la visibilidad que se le da a la obra. Para Sodi exhibir en la bienal de Venecia es “parte de la vida, del anecdotario”. Hay que continuar trabajando porque a final de cuentas la vida del artista se basa en su trabajo y nada más: “No hay que verlo como una meta”.
---En el centenario del inicio del movimiento muralista, ¿el mundo sigue esperando que los artistas mexicanos pintan murales? ---”México actualmente está en la palestra del arte contemporáneo, no sólo los artistas, sino el país en sí. Las personas se dan cuenta de que la obra no tiene ya mucho que ver el muralismo, aunque obviamente todo ello está finalmente influenciado por ese movimiento tan relevante en un contexto histórico determinado.
“El otro día fui al Colegio de San Ildefonso –allí, en 2023, habrá una exposición de los artistas que van a Casa Wabi-- , y tuve la suerte de volver a ver los murales: son obras maestras. No dejan de ser fuertes en lo pictórico, estético y social. Algo importante de la belleza del arte es que evoluciona su manera de decir las cosas de acuerdo a los tiempos”. Todas las imágenes son cortesía del Estudio Bosco Sodi.