domingo, 21 de junio de 2020

Arnaldo Coen, 80 años






Merry MacMasters. El cumpleaños 80 del pintor Arnaldo Coen (10 de junio de1940) fue celebrado con un conversatorio virtual realizado en la plataforma de Facebook del Museo de Arte Moderno. En ello participaron amigos de muchos años como el compositor Mario Lavista, el cineasta Nicolás Echevarría, el critico de arte Santiago Espinosa de los Monteros, el psicoanalista Salvador Rocha, bajo la conducción de la curadora Pilar García.


Para Coen, quien estuvo acompañado por su esposa, la galerista Lourdes Sosa, su obra es como hacer una exposición colectiva, pero “pintada por un solo pintor”. En esas varias etapas de su vida “de alguna manera hay un hilo conductor en el tiempo, el espacio, la forma, la paleta y en el arte en función de actuar con libertad.








Seguí esa expresión como de dibujos infantiles, sin embargo con una estructura, con una manera de manejar las atmósferas en los espacios que, aunque son de pequeño formato, son inmensos cuando puedes penetrar en ellos”, expresó el festejado en el transcurso del conversatorio.


Primero que nada, “fui un gran espectador de las obras de los demás, porque cada una que veía me inspiraba a algo. Fue descubrir el arte a partir de cero, como si no hubiera habido ni historiadores, sino ver la obra y dialogar con ella como si fuera recién hecha. Como espectador sentía que podía ser el autor de estas obras”.


Respecto de los grandes saltos de la historia de su trabajo Coen dijo, “hacía una exposición y en seguida cambiaba y hacía otra cosa. Eso me importaba”. Algo que siempre tuvo en la cabeza fue la pintura del italiano Paolo Ucello. Sigue experimentando y “a lo mejor lograré encontrar qué diablos hago”.


Mario Lavista, amigo de hace más de medio siglo, habló de algunas de las obras en que colaboraron juntos como la partitura Jaula, hecha con motivo de la visita a México en 1976 de John Cage. “Jaula -explicó- es la traducción al español de Cage, sin embargo también es el tipo de partitura que Arnaldo elaboró: una serie de 16 cubo, un submúltiplo de 64, edad que el compositor cumplía. Además, es el número de hexagramas que tiene el I-ching, del que Cage se sirvió toda la vida, no sólo para consultarlo, sino para componer. Sobre esos cubos concéntricos escribí unas pequeñas notas que se pueden leer desde el punto de vista musical. Al mismo tiempo la partitura puede funcionar como un objeto visual”.


Arnaldo, siguió, es “un gran melómano, un gran conocedor de la música. Algunas de sus pinturas tienen a la música en el centro mismo de una reflexión muy profunda. Pienso, sobre todo, en los paráfrasis que hizo de las batallas de Uccello, que traducen no solo el aspecto geométrico de sus pinturas, sino también lo que se oye en sus cuadros. Son cuadros que se escuchan. Lo que se escucha está dentro del cuadro, no fuera. Me maravilla que a través de un elemento pictórico Arnaldo puede crear una especie de resonancia sonora”.


Para Santiago Espinosa de los Monteros la obra de Coen tiene que leerse en conjunto con una serie de disciplinas artísticas que no solo se ayudan de él, sino que se complementan y son parte del conjunto de su obra.


Nicolás Echevarría participó con Coen en el Grupo Quanta, que incluía teatro, danza y todo tipo de disciplinas. Con él realizó body art al pintar el vestuario sobre el cuerpo desnudo de las bailarinas. Dijo tener “una colección increíble de dibujos a la limón con Arnaldo”.