Merry
MacMasters. En el Salón de la Plástica Mexicana (SPM) fueron
inauguradas tres exposiciones cuya temática gira en torno al
realismo mágico y lo fantástico en el marco de la celebración del
Día Mundial del Arte, que se efectúa cada 15 de abril.
Del
realismo mágico al arte fantástico, muestra de 38 de pintura y
grabado de Leticia Tarragó (Orizaba, Veracruz, 1940), marca el
regreso de la artista al Salón de la Plástica, en donde tuvo su
primera exposición individual cuando éste se encontraba en la calle
de Havre, y en 1963 recibió el premio de Nuevos Valores de la SPM
por un grabado grande en metal sobre un poema de Federico García
Lorca.
Contrario
a las costumbres de la época fue la madre de Tarragó que impulsó a
sus hijos a dedicarse al arte. De allí que la familia se mudó a la
Ciudad de México cuando la niña tenía 11 años. Entrevistada,
Tarragó habló de su experiencia como alumna y ayudante de Gerardo
Murillo “Dr. Atl”: “Mi mamá era muy atrevida y le gustaba
visitar a los pintores para platicar con ellos. Cuando tenía 15 años
me llevó con el Dr. Atl, a quien le caí muy bien. Dijo, 'vente a
pintar acá conmigo'. En realidad aprendía más al verlo pintar.
Tenía una conversación y sentido de humor increíbles, enseñaba
mucho por medio de las palabras”.
El
gran paisajista, de hecho le enseñó dos técnicas: el dibujo tonal,
que utilizó para dibujar el crecimiento del volcán Paricutín, así
como pinturas para hacer encáustica. La jovencita también lo
acompañaba al Ajusco o al Popocatépetl porque “le gustaba pintar
en las alturas ya que sus cuadros son unas panorámicas enormes”.
Se abre el telón, óleo |
La
relación con el Dr. Atl duró como tres años. Tarragó, incluso,
conserva cartas de su maestro porque en 1958 ganó el primer premio
de cartel de la aerolínea KLM, que consistió en un viaje a Holanda.
Luego, sus padres le mandaron dinero para irse a Italia a “conocer
la obra de los grandes pintores. Le escribía al doctor y me
contestaba”. Posteriormente, Tarragó ingresó a la Escuela
Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, donde
tuvo otros maestros como Feliciano Peña, Fernando Castro Pacheco,
hasta Juan Soriano.
Tránsito, óleo |
Respecto
a su obra que evoca el ambiente de Orizaba, con su neblina: “Es un
lugar para meditar, que se presta mucho para interiorizarse uno. Eso
se me quedó de niña y decidí utilizarlo en mi obra”. Agrega:
“Siempre busco y encuentro, de eso se trata, entonces mis cambios
están más bien en la técnica o el color. No tengo muchos cambios
porque soy muy lineal. Todo lo que hago sigue una línea, no me gusta
hacer cambios bruscos”.
Guillermo Gadda |
Transfiguración
del ensueño, muestra que comprende 10 obras polimórficas de
Guillermo Gadda (Xalapa, Veracruz, 1945), conmemora su muerte en
2009. Jorge Gadda, hermano del homenajeado, explicó que se trata de
tableros desplegables, pintados de manera figurativa, que cuelgan
sobre la pared. Con esos “polimorfismos” ingresó precisamente al
SPM. También fue premiado en la Bienal Rufino Tamayo.
Guillermo Gadda |
La
tercera exhibición, De lo real a lo imaginario, es una
colectiva que de alguna forma es un tributo a varios pintores ya
fallecidos, entre ellos, Adriano Silva, Ignacio Ortiz, Ángel Boliver
y José García Narezo.