miércoles, 27 de diciembre de 2017

La arquitectura en la fotografía de Cristina Kahlo



La arquitectura fue el hilo conductor de una reciente exposición de la fotógrafa Cristina Kahlo (CDMX, 1960) sin que se considere especializada en el tema. En Cristina Kahlo. Lo concreto. Fotografía arquitectónica y abstracta, de 89 obras, la mayoría fotografías, pero también instalación y libros, la arquitectura era sólo un pretexto para generar un diálogo con la luz y crear imágenes. Ella se dice “una constructora de imágenes”.


Era la primera ocasión que Kahlo exhibía en la vivienda que habitó –aunque por poco tiempo, señala-- su famosa tía abuela, doña Frida, ahora Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, así como la colindante Casa Juan O’Gorman que integra el conjunto. 
 

El curador Javier Vázquez, después de revisar con Cristina medio millar de imágenes en busca de un eje para la muestra, descubrió que la arquitectura sí tiene predominancia en su obra. Incluso, hay tomas del propio museo hechas hace 11 años, que descubren para el visitante aspectos o rincones que tal vez pasan desapercibidos. La entrevistada admitía no haberse dado cuenta que con recurrencia fotografiaba temas arquitectónicos. 

 
Aseguró que sus temas son “versátiles”, ya que es “permisiva” con su obra: “Me gusta mucho tener esta libertad creativa de poder trabajar diferentes temas. No me estaciono en uno. Diría que mis fotografías se dividen en dos partes, por un lado, lo documental como fue el proyecto Tiempo de danzón en que durante 10 años retraté comunidades danzoneras en distintos estados del país”. La otra es más personal y creativa en el sentido de que “me doy más permiso de manipular el material y conformar un proyecto para un espacio en particular”.


A Kahlo le atraía exhibir en el MCEDRFK, “sobre todo por el tema de la arquitectura, porque ésta tiene un carácter sinestésico. Para vivir una arquitectura hay que entrar en ella. Aunque en las imágenes prácticamente no se ve la presencia humana, ésta está en quien lo trazó, construyó, en las personas que habitaron estas casas. Para mi es simbólico. Más que por la relación familiar con Frida, estas casas representan uno de los primeros espacios arquitectónicos en los que empecé a fotografiar”. Al recorrer las obras se manifiesta una geometría por medio del círculo, el rectángulo, la curva, el triángulo y el cuadrado.


La entrevistada no suele dedicar sus exposiciones a nadie, sin embargo en este caso, dado el “grado muy emotivo”, no podía no recordar a su padre Antonio Kahlo, “de quien tuve el primer contacto con la fotografía. Era una niña, sin embargo a partir de ese momento dije 'quiero ser fotógrafa'”. La muestra también está dedicada al arquitecto Javier Septien, “un tío de cariño de quien aprendí la geometría. De niña me ponía a armar figuras geométricas”. Igualmente está dedicada al arquitecto Juan O'Gorman, quien Kahlo conoció en vida y a quien “le debemos estas casas para hacer la muestra”.


--¿Qué caracteriza su trabajo?


--Una característica constante es que por lo general en mis exhibiciones no trabajo una sola técnica. En ésta hay plata gelatina, impresiones a partir de la inyección de tinta, hay algunas obras que están intervenidas con color directamente sobre la foto. Me gusta mucho la fotografía tradicional, análoga, sin embargo la digital ofrece otras posibilidades de intervención.


No todas las fotos fueron tomadas en México, muchas fueron hechas durante una estancia en Basilea. Bueno, hasta se exhibía a modo de instalación un fragmento del muro de Berlín. Otras imágenes fueron capturadas en Estados Unidos, Italia, Alemania, Francia e Inglaterra..