domingo, 7 de agosto de 2016

Melón y De todo un poco



“Yo quiero saber /de todo un poco/yo quiero tener/de todo un poco/yo quiero gozar/yo quiero bailar/y quiero cantar/de todo un poco.."

Llegó a México en días pasados el musical Dirty Dancing, versión teatral de la exitosa película del mismo nombre producida en 1986, pero estrenada aquí en 1988 con el título en español Baile caliente. En el filme, protagonizado por Patrick Swayze y Jennifer Grey, impera la música de compositores estadunidenses, ya que se sitúa en los años 60 del siglo pasado. Sin embargo, entre la lista de 20 sencillos incluidos en la cinta, destaca uno en español: De todo un poco, de Lou Pérez (1928-2005), neoyorquino de nacimiento, pero latino de corazón con raíces cubanas y puertorriqueñas.

También entre la lista de famosos intérpretes como The Ronettes, Frankie Valli y The Four Seasons, Otis Redding, The Shirelles y The Drifters figura el nombre Melon (sin acento) que bien podría referirse a esa sabrosa fruta. Pero al ponerle un acento, Melón nos remite al legendario cantante mexicano Luis Ángel Silva Nava. El 7 de agosto de 2016 se cumplieron seis meses del fallecimiento del destacado sonero, de allí que con la finalidad de recordarlo pretendemos recrear su participación en Dirty Dancing.

Cuando Melón grabó la canción De todo un poco para esa película, no era la primera vez que la interpretaba. Ya lo había hecho, con Raúl Azpiazu, para el disco Lou Pérez: De todo un poco-A little bit of everything. Pérez fue uno de los pocos directores de orquesta surgidos en los años 60, que utilizaba el formato de la charanga, cuyo sonido remplazó el mambo y el cha cha chá, con el ritmo llamado “pachanga”.

Melón contaba que un día de finales de 1986 la actriz Lucie Arnaz, hija del actor y músico cubano Desi Arnaz (1917-1986), le habló para grabar un número de la película Dirty Dancing que resultó ser De todo un poco. Lucie,, incluso, le aconsejó sobre lo que debía cobrar. El interesado (es posible que haya sido Jimmy Ienner), quien lo había escuchado en el disco, le habló y la transacción se realizó por teléfono. El saxofonista colombiano Justo Almario había hecho los arreglos, “la banda está muy buena y quiero que suenes como en el disco”, se escuchó del otro lado del auricular.
El día de la grabación Melón se presentó ataviado en un traje deportivo  guinda y gris, tenis y gorra beige clara satinada -se la había regalado el actor Dustin Hoffman, un día que éste fue al Club Candilejas en Los Ángeles, donde Melón trabajó-- , lentes negros y cabello largo.

Al empresario le extrañó la vestimenta de Melón, inclus, no le gustó. A lo mejor esperaba alguien más glamuroso. Sin embargo, ya en cabina, cuando escuchó las primeras notas de la canción exclamó: “That's the guy” (Ese es el tipo) y quedó muy contento.

Melón relataba que como ya había grabado la canción, entonces sabía la letra –-aquí se debe recordar que el sonero tenía una computadora en la cabeza cuando de letras se trataba-- , además no era de los que repetía las cosas un sinnúmero de veces hasta que salían, pues no dudaba que saliera a la primera. Pero eso no le convenía por muchas razones, tal vez para justificar el dinero que le iban a pagar o para disfrutar del momento y convivir un poco más con los músicos, muchos amigos suyos. Entonces, prolongó el placer del momento al pedir repetir. Sí, le salió a la segunda.

Con el dinero recibido Melón regresó a México para radicar de forma definitiva después de una ausencia de 12 años. Esperó con ansia la llegada de la película a su país, lo que ocurrió el 9 de junio de 1988. El gran estreno de Dirty Dancing fue el 12 de mayo de 1987 en el Festival de Cannes. Hasta que vio la cinta en el cine, Melón no sabía de qué manera sería utilizada su grabación en el filme.

Resultó que la canción ocupa el momento cumbre del filme cuando la pareja formada por el maestro de baile Johnny Castle (Patrick Swayze) y la inexperta adolescente Baby Houseman (Jennifer Grey), después de horas de ensayo, bailan en el concurso organizado en el hotel de veraneo donde la joven se hospeda con su familia. La voz cálida y madura como un buen vino se escucha entonando una letra que resume de alguna manera las aspiraciones de la juventud: “...yo quiero probar/de todo un poco”/yo quiero lograr/de todo un poco/yo quiero vivir/yo quiero reír/y quiero sentir/pero de todo un poco...” Y, claro, gana el concurso.

En 2004 se hizo una segunda parte de la película, Dirty Dancing 2 o Dirty Dancing: Havana Nights, en la que Melón ya no participó.