jueves, 29 de octubre de 2015

Reflexiones acerca del Cervantino

El Festival Internacional Cervantino (FIC), cuya edición 43 concluyó el domingo 25 de octubre, obliga al escrutinio de su materia prima: las funciones de las obras y actividades programadas, que esta vez sumaron 817. 
 
Aunque la oferta de expresiones fue muy amplia, si nos centramos en lo que se presentó en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas, foro con acceso gratuita -desde hace unos años se compra boleto para ocupar las sillas metálicas colocadas frente al escenario- , y dirigido a un público más bien local, se percibió la necesidad de ofrecer más propuestas representativas del acervo musical de la cultura popular mexicana.
Eso se advierte porque cuando apenas se escuchan acordes de algo “mexicano” de inmediato el público reacciona de manera positiva. Por ejemplo, la actuación del Elenco Nacional de Folclore de Perú, con la que se inauguró el FIC. La agrupación llevaba 85 minutos en el escenario cuando, de repente, los músicos se quedaron solos, y acto seguido entonaron México lindo y querido y Son de la negra, este último con uno que otro instrumento andino. “Ooooh”, suspiró con júbilo el público que cantó y aplaudió a rabiar.



Algo parecido sucedió la noche en que se presentó la Orquesta Sinfónica Nacional de Perú. El programa Emoción peruana contó con la participación de cinco artistas representativos de la música popular de ese país, entre ellos el saxofonista Jean Pierre Magnet (Lima, 1949), quien interpretó Carnaval. Con un bagaje roquero, jazzista y andino, Magnet improvisó un pedacito de Me he de comer esa tuna, canción icónica en el repertorio de Jorge Negrete, que de inmediato prendió a la audiencia.



El de la explanada de la Alhóndiga de Granaditas es un público conocedor y muy educado. Siempre aplaude, aunque sea con moderación. En el 43 FIC se presentaron los ballets folclóricos de la Universidad de Guanajuato (UG) y de México de Amalia Hernández. También el saxofonista cubano Paquito D'Rivera “festejó” a Armando Manzanero. Sin embargo, ¿dónde quedó la música de José Alfredo Jiménez? Es cierto que la Estudiantina de la UG le rindió un homenaje en la plaza San Roque, pero nos referimos a propuestas más masivas. 
 
Aprovecho para señalar la ausencia en el Cervantino hace unos años del huapanguero guanajuatense Guillermo Velázquez y los Leones de la Sierra Xichú, cuya picardía y critica política y social siempre era muy esperado y encendía al público. 
 
Un asunto delicado del encuentro artístico cultural es el ruido afuera del Teatro Juárez, en particular los fines de semana cuando llegan miles de turistas con la avidez de pasarla bien. Sin embargo, hay de ruidos a ruidos y el más inquietante es el rugir atribuido a las estudiantinas instaladas a un costado de ese histórico recinto, del lado del Templo de San Diego.
Todo mundo tiene derecho a ganarse la vida, de allí que el sitio se ha convertido en la base de operaciones de las estudiantinas para realizar sus callejoneadas. Muy bien, sin embargo en el Teatro Juárez se ofrecen muchos conciertos de música sinfónica. Un ejemplo fue el recital programado para el penúltimo día del festival, a cargo de la London Sinfonietta. 
 
Un momento de mucha tensión caracterizó el estreno en Guanajuato de XLIII Memoriam Vivere, obra comisionada por el FIC a la compositora mexicana Marisol Jiménez, dedicada no sólo a los 43 normalistas de Ayotzinapa, sino a todos los desaparecidos en el país. Justo antes de terminar la ejecución de la partitura hay 43 segundos de silencio que de manera mágica se respetaron. 
 
En la conferencia de prensa/clausura del FIC se planteó el problema del ruido excesivo a las autoridades, pues el concierto no se apreció “al cien por ciento”. ¿Sería muy complicado clausurar esa parte del andador durante cada función?, se quiso saber. Esa petición fue turnada al presidente municipal, Edgar Castro Carrillo, quien dijo: “Efectivamente, tomaremos ese asunto de inmediato para que no se repita en la próxima edición. Desde luego es parte del ordenamiento que debemos tener dentro del ayuntamiento”.
Ya veremos en 2016.